sábado, 12 de mayo de 2018

Sociedad del Conocimiento

Una de las condiciones necesarias para el desarrollo de la sociedad del conocimiento es que la población tenga el grado de educación y formación adecuado en todos los sectores y actividades. El esfuerzo de inversión en capital humano observado en las últimas décadas en las economías más desarrolladas ha permitido que una proporción mayoritaria de la población posea mayores niveles de estudios.

La sociedad del conocimiento juega un papel clave en nuestras vidas y en la actividad económica. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) por sí solas no habrían conseguido el impacto suficiente en la sociedad sin la capacidad de aprendizaje de gran parte de la población tal como se da hoy en los países más avanzados del planeta. En caso contrario, las TIC habrían quedado reducidas a unos espacios cerrados y elitistas generando un sector de las nuevas tecnologías, pero no una sociedad del conocimiento.


La segunda mitad del siglo XX puede definirse como la era de la educación y la formación. Es obvio que no serían imaginables ni el grado de bienestar ni el mismo funcionamiento de las sociedades complejas desarrolladas sin los niveles de educación conseguidos. Hoy, nuestras sociedades pueden caracterizarse como "sociedades educadas" y la formación está pasando a ser una actividad importante en la población. Los cambios en el siglo XXI no hacen más que acentuar la necesidad de la formación, no sólo como elemento de progreso social y económico, sino básicamente para no perder el tren de la innovación y el cambio.

Hoy, se enfatiza el reciclaje y la movilización de los conocimientos prácticos para el desarrollo profesional de los individuos en una estrecha relación con las necesidades del sistema productivo.

Si hoy la formación cobra un nuevo significado es debido a los rápidos procesos de cambio que afectan de forma generalizada a las sociedades desarrolladas. La adaptación de la población a estos cambios se convierte en una nueva necesidad social de primer orden. En torno a este punto existe un acuerdo generalizado sobre el papel de la formación como uno de los elementos claves que pueden facilitar la adaptación de las personas a la transformación de su entorno.

A continuación, podemos ver algunos rasgos característicos en la estructura de la sociedad del conocimiento que repercuten en la población activa.


El 35% de los jóvenes de entre 25 y 34 años que viven en España no ha logrado terminar el Bachillerato ni su FP equivalente. El porcentaje es uno de los más elevados de la OCDE y dobla la media (el 16%) de los países analizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (gráfica 2016). España destaca por la baja cualificación que caracteriza a una buena parte de sus jóvenes. La tarta educativa se reparte entre el 24% que tiene una titulación de Bachillerato o de FP de Grado Medio, el 41% que está en posesión de una titulación universitaria o de FP de Grado Superior y el 35% que, como mucho, ha conseguido el título de la ESO o de FP de Grado Básico.


Ante la perspectiva de una demanda de cualificación ampliada y una reducción demográfica de las nuevas generaciones, parece imprescindible pensar que el mayor número posible de miembros de las nuevas generaciones obtenga un nivel mínimo de educación secundaria.


 

El alto índices de fracaso escolar en Canarias produce una importante barrera al desarrollo de la sociedad del conocimiento en el futuro, constituyendo además una fuente de exclusión más dura, si cabe, que la económica: la exclusión cultural, la exclusión del conocimiento. Convendría prestar mayor atención a este problema.

Conseguir una población altamente cualificada es una condición necesaria para el desarrollo de la sociedad del conocimiento en Canarias. La formación y educación se han convertido en una obligación para alcanzar un mínimo nivel de bienestar económico a pesar del desánimo entre los jóvenes escolarizados porque la oferta educativa no tiene suficiente atractivo para las expectativas de algunos colectivos de jóvenes y la incertidumbre laboral ante la dificultad de encontrar un empleo o alcanzarlo con una cualificación inferior a la que ha obtenido en el sistema educativo.



Actividad en el aula: Agrupar la clase en grupos de 3 y pedir a los grupos un mapa mental con el título de "Sociedad del Conocimiento".

Ejemplo de mapa mental:




Contesta la siguientes preguntas:


Los principales beneficiarios del aprendizaje permanente son: Seleccione una:

Trabajadores y trabajadoras.
La sociedad.
Empresa.
Todas las respuestas anteriores son correctas.


Con el salario emocional se intenta: Seleccione una:

Seleccionar a la población trabajadora.
Clasificar a la población trabajadora.
Motivar a la población trabajadora.
Agrupar a la población trabajadora.

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