lunes, 13 de diciembre de 2021

Hay vida más allá del trabajo: por qué cada vez hay menos gente dispuesta a ceder ante los excesos laborales

En el fondo se trata de una batalla por el tiempo. ¿Es viable seguir aguantando una organización del trabajo que se traduce siempre en una merma en la calidad de vida?

Aunque aún es pronto para abordar de forma categórica el poso que nos ha dejado la pandemia, sí hay algunas transformaciones que parecen ir tomando forma. Tienen que ver con el trabajo, con reinventar el modo en que nos organizamos, y con una constatación por parte de millones de personas: que otra vida laboral –más amable con nuestra salud física y mental– es posible.

“Yo he visto que otra forma de trabajar es posible y ya no quiero volver a lo de antes”, explica Lourdes Díaz, empleada de una empresa tecnológica. “He llegado a encadenar jornadas de 10 y 11 horas en la oficina, pero ya no estoy dispuesta a vivir por y para el trabajo. Además, en mi caso, la necesidad de trabajar en remoto ha evidenciado que puedo sacar las tareas adelante y compaginar mucho mejor esas obligaciones con el ámbito personal. Ahora tengo más tiempo para mí, lo disfruto, y noto que no voy tan estresada con todo”.

Este runrún que se cuela en las conversaciones con amigos y compañeros de trabajo discurre, sin embargo, en paralelo al sentir de muchas empresas que abogan por una “vuelta a la normalidad”. Un enfoque convencional que deja trabajadores frustrados y deprimidos por la insistencia en la presencialidad o, en el caso de los más privilegiados, un éxodo hacia firmas que ofrecen una mayor flexibilidad. En este tiempo, por ejemplo, las ofertas en las que se cita la palabra “teletrabajo”, se han incrementado hasta en un 214%.

En el fondo se trata de una batalla por el tiempo. Cada vez más personas alzan la voz para poder seguir llevando a sus hijos al colegio sin necesidad de ir con la lengua fuera; no entienden por qué han de perder una hora al día en desplazamientos a la oficina o preparar cada noche, rápido y corriendo, el táper del día siguiente. ¿Es viable seguir aguantando una organización del trabajo que se traduce siempre en una merma en la calidad de vida? Los altos niveles de estrés y fatiga mental –sobre los que ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS)– parecen indicar que no.

Cómo nos afecta tragar y tragar

“La sobrecarga laboral conlleva consecuencias tanto para la salud física como para la salud mental”, explica a través del email Alba Fernández Zamora, psicóloga de emotium. “Se han realizado diversos estudios que lo avalan y, aunque no se trate de algo que ha surgido tras la pandemia, sí es cierto que tras ella se ha acentuado. Muchos trabajadores refieren ahora más dificultades para terminar su jornada laboral a tiempo con sensación de tener que compensar las consecuencias que a nivel laboral ha tenido la pandemia estos meses atrás. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la ansiedad, el insomnio, dificultades para concentrarse tanto en el trabajo como fuera de él o un bajo estado de ánimo”.


Un espejo en el que se ven reflejados quienes han sufrido o están sufriendo situaciones laborales angustiosas, como Cristina Pérez, especialista en comunicación digital: “Te afecta mucho. Yo he tenido episodios de ansiedad, dificultades para dormir… Al final es una bola que se resume en un malestar general que te acompaña todo el día, porque en ocasiones es imposible desconectar por completo cuando sales de allí. Lo intentas, y se consigue a veces, pero termina contaminando el resto de tu vida. Creo que es inevitable, sobre todo en situaciones que se arrastran en el tiempo”.

De hecho, la Organización Mundial la de Salud (OMS) ha reconocido este síndrome, conocido popularmente como burnout o del trabajador quemado, como una enfermedad. Se trata de “un estado de agotamiento mental, emocional y físico que se presenta como resultado de exigencias agobiantes, estrés crónico o insatisfacción laboral”, recuerda la psicóloga.

Cuándo decir basta

Una situación tan extrema como la pandemia ha hecho que muchas personas se replanteen sus prioridades vitales y sus principios básicos. Pero también se dan otros detonantes para tomar la decisión de plantarse y no ceder más ante llamadas y mensajes de trabajo en horas de descanso, sobrecargas de responsabilidades o presiones constantes para mejorar la productividad.

Para Iván Vallejo, extrabajador del sector financiero, el punto de inflexión fue el nacimiento de su hija. “En sus primeros meses de vida yo tenía tal presión y ansiedad que mi prioridad no era atender a la niña, sino que estaba esperando a que se fuera a dormir para trabajar. Un día, cuando tenía seis meses, llegué con mucho estrés a casa y la niña no paraba de llorar. Me puse a gritarle a la niña y a la madre porque tenía que atender una llamada. Tras esa mala reacción, colapsé: fui consciente de en qué podía derivar todo aquello. Me costó mucho llegar hasta ahí, pero en ese momento mi cabeza hizo clic y decidí que no quería pasar más por esas situaciones, no quería vivir así”. Antes de plantarse, Vallejo sufrió, como consecuencia de las presiones diarias a las que estaba sometido, una pérdida de peso evidente, tics nerviosos o una sucesión de decisiones erróneas. “Estás tan agobiado que no piensas bien, no tienes la mente clara y cometes errores tontos que se vuelven en tu contra. Entonces, empiezas a sentirte mal y a pensar que ellos tienen razón, que como cometes esos errores es normal que te metan tanta presión”.

Tal y como explica a S Moda Antonio Cano, presidente de la  Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) “todo lo que genere mucho estrés tiende a aumentar los episodios de problemas emocionales”. Cuando esto ocurre en el trabajo, “uno mismo es capaz de identificar las señales de alarma, pero si se está pagando una hipoteca y se necesitan esos ingresos normalmente no queda más remedio que seguir adelante aunque claramente nos gustaría no hacerlo”.

El caso que describe Cano es, precisamente, el de Pedro Torres, que trabaja como redactor y ha visto cómo muchos compañeros “no pueden permitirse elegir. Y de ahí vienen después los problemas de ansiedad y de otro tipo”. Torres considera que a mayor nivel de precariedad, mayor nivel de pasotismo por parte de los responsables: “En el ámbito de los medios de comunicación, por lo general, a las empresas les da igual la salud de sus empleados, especialmente su salud mental, porque es un sector en el que no hay demasiada movilidad, existe mucha precariedad y, digamos, no se preocupan por cuidar esos aspectos. No ocurre lo mismo en otros sectores en los que existe mayor demanda de trabajadores cualificados y en los que la empresa ofrece formación, fomenta mucho la comunicación interna y favorece un buen clima de trabajo”.

Cristina Pérez también explica que en un entorno viciado las empresas no se paran a pensar en cómo afectan esas relaciones laborales a sus empleados porque los ven solo como “instrumentos de producción”. Es más, añade, “puede llegar a ocurrir que si uno de los empleados demuestra que le está afectando a su salud sea etiquetado como débil en vez de intentar averiguar la causa de ese problema”.


A pesar de todos los condicionantes económicos o sociales que impiden que se pueda realizar un cambio laboral con total libertad, la psicóloga Alba Fernández Zamora sí que señala algunas líneas rojas que no deberíamos dejar pasar: “Cuando las dificultades propias del trabajo se trasladan a otras esferas de nuestra vida, como pueden ser la familiar o las relaciones sociales, significa que es momento de realizar cambios y poner límites. Hay señales de alerta clave como cuando llegamos a casa y no queremos interactuar con las personas que son importantes para nosotros o cuando sentimos que hemos dejado toda la energía en el trabajo y nos impide seguir asumiendo nuestras responsabilidades diarias”.

La responsabilidad de las empresas para cuidar la salud mental

Otra pregunta que debemos hacernos como sociedad es si las empresas son conscientes de lo quemados que están sus empleados y siguen estirando la situación a pesar de las consecuencias que esto pueda tener en su salud. “Hace unos años, en la firma de banca en la que trabajaba se hizo una encuesta sobre el clima laboral y me llamó muchísimo la atención un dato: el 90% de los empleados no recomendaría a ningún familiar directo trabajar allí”, recuerda Iván Vallejo. “La encuesta la realizaba una consultora externa y la empresa, después de ser consciente de esta realidad, en lugar de intentar mejorar, lo que hizo fue recomendarnos que valorásemos mucho nuestras respuestas, porque una imagen negativa de la firma iba en nuestra contra”.

Antonio Díaz, experto en telecomunicaciones, ha tenido varios episodios recientes de sobrecarga de trabajo y responsabilidades. Cuando llegó a un punto de estrés insoportable lo comunicó, pero la situación no mejoró sustancialmente y tuvo que abandonar. Tras su experiencia cree que se podría hacer mucho más para enmendar estas situaciones: “Estoy seguro de que las empresas o los jefes directos son perfectamente conscientes del volumen de trabajo que tienes y de lo estresado que estás. Si no son conscientes hay dos problemas: uno, que tú no lo estás reportando y, dos, que ese supervisor no debería estar en ese puesto porque no es capaz de detectar algo evidente. Una sobrecarga de trabajo o de responsabilidades se puede apreciar fácilmente en las conversaciones que tienes con una persona, en el tiempo que tarda en dar respuesta en un email, etc. Es decir, que sí son cosas que la empresa debería de ver y a las que muchas veces no ponen solución. Al final tienen a un tío ahí que va tirando, las cosas van saliendo adelante y el resto les da un poco igual”.

En estos casos, la psicóloga sí ve positivo verbalizar la situación que se vive para ver si es posible obtener una respuesta por parte de la empresa: “A veces, pensar que podemos con todo de forma puntual hace que entremos en una dinámica de dar más del 100% durante largos periodos de tiempo, lo que a la larga disminuye la productividad y aumenta el malestar. Hablar con la empresa facilita que se ajuste la carga de trabajo acorde a las capacidades del trabajador, para que este no se sienta abrumado y generar un entorno laboral saludable y productivo”, recuerda Zamora.

Desde la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés también apuntan a la necesidad de llevar a cabo inspecciones de trabajo efectivas y recurrentes. “Existe una normativa europea de prevención de riesgos laborales a la que deben someterse todas las empresas de los estados miembros. Pero una cosa es que exista y otra que se cumpla”, señala Antonio Cano. “Aplicando esta normativa han disminuido, por ejemplo, las muertes por accidente en España, pero a nivel psicosocial han aumentado los casos de malestar emocional, así que ahí hay un problema”.

*Algunos de los nombres de las personas que han participado en este artículo se han modificado para preservar su intimidad.


Fuente El País.

sábado, 4 de diciembre de 2021

5 razones por las que es más importante que nunca enseñar creatividad

En la larga lista de habilidades y áreas de contenido que los profesores deben cubrir, la creatividad no suele ser la más valorada.

Por lo general, se agrupa junto con otras habilidades blandas como la comunicación y la colaboración: es bueno tener, aunque no es tan importante como la lectura o la división larga.

Pero las investigaciones muestran que la creatividad no solo es genial. Es una habilidad humana esencial, quizás incluso un imperativo evolutivo en nuestro mundo impulsado por la tecnología.

"El ritmo del cambio cultural se está acelerando más rápido que nunca", dice Liane Gabora, profesor asociado de psicología y estudios creativos en la Universidad de Columbia Británica. “En algunos sistemas biológicos, cuando el entorno cambia rápidamente, la tasa de mutación aumenta. Del mismo modo, en tiempos de cambio necesitamos aumentar los niveles de creatividad para generar las ideas innovadoras que nos mantendrán a flote ".

Desde pruebas estandarizadas hasta un plan de estudios único para todos, la educación pública a menudo deja poco espacio para la creatividad, dice el fundador de EdNews Daily, Robyn D. Shulman. Esto hace que muchas escuelas no estén sincronizadas tanto con la demanda global como con las necesidades sociales, dejando a los estudiantes mal preparados para el éxito futuro.

¿Qué pueden hacer los líderes educativos al respecto? Para empezar, pueden hacer de la enseñanza de la creatividad una prioridad. Aquí hay cinco razones para alentar a los maestros a traer más creatividad al aula:


1. La creatividad motiva a los niños a aprender.

Décadas de investigación vinculan la creatividad con la motivación intrínseca para aprender. Cuando los estudiantes se enfocan en un objetivo creativo, se absorben más en su aprendizaje y se sienten más motivados a adquirir las habilidades que necesitan para lograrlo.

Como prueba, el líder de educación Ryan Imbriale cita a su hija de 9 años, a quien le encanta hacer videos de TikTok mostrando sus habilidades gimnásticas. “Ella pasa incontables horas en su colchoneta, trabajando una y otra vez para tratar de que sus movimientos de gimnasia sean correctos para poder compartir su video de TikTok de su éxito”, dice la directora ejecutiva de aprendizaje innovador de las Escuelas Públicas del Condado de Baltimore.

Los estudiantes están más motivados para aprender cuando ciertos factores están presentes: son capaces de vincular su aprendizaje a sus intereses personales, tienen un sentido de autonomía y control sobre su tarea, y se sienten competentes en el trabajo que están haciendo. Los proyectos creativos pueden cumplir fácilmente las tres condiciones.


2. La creatividad ilumina el cerebro.

Los maestros que asignan con frecuencia trabajos de clase que involucran creatividad son más probable que observe habilidades cognitivas de orden superior - resolución de problemas, pensamiento crítico, hacer conexiones entre materias - en sus estudiantes. Y cuando los profesores combinan la creatividad con el uso transformador de la tecnología, ven resultados aún mejores.

El trabajo creativo ayuda a los estudiantes a conectar nueva información con sus conocimientos previos, dice Wanda Terral, directora de tecnología de Lakeland School System fuera de Memphis. Eso hace que el aprendizaje sea más pegajoso.


“A menos que haya un lugar para 'pegar' el conocimiento a lo que ya saben, es difícil para los estudiantes convertirlo en parte de sí mismos en el futuro”, dice ella. “Todo se reduce al tiempo. No hay tiempo suficiente para darles la flexibilidad de descubrir dónde encaja el aprendizaje en su vida y en su cerebro ".


3. La creatividad estimula el desarrollo emocional.

El proceso creativo implica mucho ensayo y error. La lucha productiva, un término más suave para el fracaso, crea resiliencia y enseña a los estudiantes a superar las dificultades para alcanzar el éxito. Ese es un suelo fértil para el crecimiento emocional.

"Permitir que los estudiantes experimenten el viaje, independientemente del resultado final, es importante", dice Terral, presentador de la próxima ISTE Creative Constructor Lab.

La creatividad les da a los estudiantes la libertad de explorar y aprender cosas nuevas unos de otros, agrega Imbriale. A medida que superan los desafíos y hacen realidad sus ideas creativas, “los estudiantes comienzan a ver que tienen límites ilimitados”, dice. “Eso, a su vez, genera confianza. Ayuda con la autoestima y el desarrollo emocional ".


4. La creatividad puede encender a esos estudiantes difíciles de alcanzar.

Muchos educadores tienen al menos una historia sobre un estudiante que estaba luchando hasta que el maestro les asignó un proyecto creativo. Cuando a los estudiantes con poca inclinación académica se les permite dar rienda suelta a su creatividad o explorar un tema de interés personal, la transformación puede ser sorprendente.

“A algunos estudiantes no les va bien en los exámenes o no les va bien en cuanto al grado, pero son niños súper creativos”, dice Terral. “Puede ser que la estructura de la escuela no sea buena para ellos. Pero pon ese lienzo frente a ellos o dales herramientas para que puedan esculpir, y su creatividad simplemente rezuma de ellos ".


5. La creatividad es una habilidad laboral esencial del futuro.

De hecho, es una habilidad laboral esencial en este momento.

Según un estudio de Adobe, El 85% de los profesionales con educación universitaria dicen que el pensamiento creativo es fundamental para la resolución de problemas en sus carreras. Y un análisis de datos de LinkedIn descubrió que la creatividad es la segunda habilidad laboral más demandada (después de la computación en la nube), encabezando la lista de habilidades sociales que más necesitan las empresas. A medida que la automatización continúa absorbiendo los trabajos de rutina, aquellos que dependen de habilidades blandas como la creatividad verán el mayor crecimiento.

“No podemos existir sin el pensador creativo. Es la generación de ideas y la oportunidad de colaborar con otros lo que mueve el trabajo ”, dice Imbriale.

“Una cosa es poder sentarse frente a la pantalla de la computadora y programar algo. Pero otra es tener las conversaciones y participar en el aprendizaje de lo que alguien quiere que se escriba en un programa para poder cumplir con eso. Todo eso proviene de una mentalidad creativa ".


Fuente ISTE

domingo, 28 de noviembre de 2021

Selecciona tu entorno

Esta botella de agua vale 0,25 céntimos en el supermercado, si la compras en el gimnasio vale 0,75 céntimos y si la pides en un bar te costará 1,5 euros. Pero si la pides en un avión puede llegar a costarte hasta 4,5 euros o más.



Es la misma botella, con el mismo agua, sólo cambia su valor dependiendo del sitio en el que estés. Así que la próxima vez que pienses que no vales nada, a lo mejor sólo se trata de que estás en el sitio equivocado.


viernes, 19 de noviembre de 2021

Por qué trabajar muchas horas no significa ser más productivo

 La pandemia y el teletrabajo han ampliado la jornada laboral de muchos españoles. La falta crónica de conciliación laboral, sumada a la dificultad para desconectar con el portátil del trabajo en casa, han hecho que el 54 % de los españoles trabajen más horas. Sin embargo, trabajar más tiempo no significa ser más productivo, sino menos.


La pandemia ha alargado la jornada laboral

Según la ‘Guía del Mercado Laboral 2021’ publicada por Hays, el coronavirus ha incrementado la jornada laboral de un 54 % de los españoles. El 42 % ha mantenido el mismo horario y un 4 % ha visto cómo se reducía. El 58 % de esos trabajadores que ahora han visto ampliado su horario lo achaca al teletrabajo derivado del confinamiento, lo que implica que las empresas no están aplicando mecanismos de desconexión laboral.

Dicho de otra forma, el teletrabajo no se ha implantado de forma correcta, dado que no debería hacer que sean necesarias más horas para sacar el mismo volumen de facturación. De hecho, hace tiempo que se sabe que los teletrabajadores son más productivos que sus homólogos de oficina: en China, en Estados Unidos y en España, entre otros países.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística de antes de la pandemia, el teletrabajo aumenta la productividad entre un 5 y un 25 %, pero también menciona que hacerlo implica un 11 % más de horas. De modo que sí, la pandemia ha alargado muchas jornadas laborales, pero no por la pandemia en sí, sino por seguir con herramientas de teletrabajo poco eficaces, así como entornos domésticos no preparados para la actividad laboral.

También influyó mucho no tener otro lugar al que acudir. Encerrados en casa, muchos trabajadores no necesitaron presión de sus responsables para hacer sus horas. Las realizaban porque las alternativas se habían reducido de forma notable.

Muchos trabajadores no quieren volver a la oficina de antes

Según un informe realizado por Robert Walters titulado ‘El Futuro del Trabajo tras el COVID-19’, el 47 % de los trabajadores españoles son más productivos teletrabajando y el 76 % está satisfecho con la transición al empleo en remoto derivada de la pandemia. De hecho, solo el 7 % quiere volver a la oficina a tiempo completo, y el 17 % afirma que su rendimiento ha bajado. La diferencia, un 36 %, no ha notado cambios en productividad.

No es difícil entender por qué muchos trabajadores prefieren el teletrabajo. El tiempo de desplazamiento a la oficina ahora es aprovechable. Sin embargo, estos datos tienen un importante sesgo, como puede verse al comparar este apartado con el anterior, y es que no todos los sectores se han visto afectados de igual manera. Ahí radica parte del problema de análisis. ¿Por qué se da, a la vez, un aumento de la productividad de algunos y un descenso de otros?

Mientras que en algunas empresas los trabajadores se han visto sobrecargados de trabajo e incapaces de apagar el teléfono móvil al terminar la jornada laboral, en otras se han visto notables aumentos de productividad y jornadas más cortas. Las encuestas mencionadas arriba tienen un corte sectorial, y hay algunos que se han adaptado mejor.

De hecho, parece que cómo implantan las empresas el teletrabajo es más importante que el teletrabajo en sí, y las horas extra están muy relacionadas con la bajada de la productividad. Este fenómeno se aplica también a la presencialidad: más tiempo en la oficina implica menor productividad.

A menos horas trabajadas, más productividad

Pese a que no parece intuitivo, trabajar muchas horas no es más productivo, sino menos. Usando las ‘Estadísticas de empleo’ de Eurostat para 2019 (antes de la COVID-19), se podían observar curiosidades como que países que trabajaban menos horas (por ejemplo, Alemania, 36,4 horas semanales) tenían cifras de productividad 4,5 puntos superiores a España (38,6 horas semanales).

De hecho, al comparar los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se observa que cuantas más horas se trabaja al año, menor es la productividad en dichos países. Hay muchos motivos por los que se da este fenómeno, todos actuando en paralelo:

• Las personas nos distraemos con facilidad. En países con teletrabajo de calidad, las distracciones son menores que en una oficina. Los países que menos horas trabajan son, por consiguiente, los que más horas teletrabajan. Y los más productivos.

• Los países más productivos son también aquellos en los que hay más cultura de abandonar el puesto laboral a determinada hora. La concentración aumenta durante jornadas cortas. El trabajo sale antes y en menos tiempo.

• Además, jornadas de menos horas están relacionadas con menores niveles de estrés y ligadas a menos problemas físicos y psicológicos. También con un menor número de errores derivado de una mayor concentración.

• A esto se suma que un menor tiempo de trabajo implica un mayor tiempo para la formación continua. La trampa de la pobreza también se aplica a nivel laboral: no tener tiempo para estudiar hace imposible ser más productivo en el futuro.

¿Durante cuántas horas seguidas somos productivos?

Ahora sí es posible analizar por qué  para algunos trabajadores (el 4 %) el teletrabajo ha supuesto jornadas más reducidas, mientras que para otros (54 %) la jornada ha aumentado. Y por qué solo el 7 % de los trabajadores quiere regresar a la oficina pese a trabajar más horas. En muchos casos, esas horas han supuesto ingresos adicionales, sobre todo en freelancers.

Aquellas empresas que han logrado gestionar bien el teletrabajo han visto aumentada la productividad de los empleados y trabajadores externos, y se han permitido el ‘lujo’ de reducir parte de la jornada laboral gracias a ello. Mientras que las que no han sido capaces de gestionar de forma coherente esta modalidad han visto el efecto opuesto: horarios más largos, sobrecarga de trabajo, bajada de la productividad y trabajadores descontentos.

En su análisis de 2015 ‘Estudio anual sobre gestión del tiempo en el trabajo’, la marca Workmeter (especializados en productividad empresarial) estima que el tiempo productivo medio por día laborable ronda las seis horas y media. De hecho, la jornada ideal se estima en no más de seis horas diarias. Dinamarca (32 horas) y Holanda (29 horas) dan buena cuenta de ello.

La COVID-19 ha acelerado en España la digitalización y el teletrabajo. Sin embargo, es imprescindible realizar una revisión sobre la forma en que se está implantando el trabajar a distancia, dado que ha fomentado un presentismo digital que lejos de ayudar perjudica a todos los implicados. Resta tiempo al trabajador y productividad a la empresa.

Fuente: hablemosdeempresas.com


jueves, 11 de noviembre de 2021

El ciberacoso en el trabajo: un mal presente en la digitalización empresarial

Muchas empresas desconocen todavía el concepto y los efectos del ciberacoso que difiere en su manifestación del acoso laboral clásico, que sucede en modo “presencial”

Es sabido por todos que, con motivo de la pandemia mundial de la COVID-19 se ha maximizado el teletrabajo. Como consecuencia, surgen aspectos psicosociales que han de ser tratados convenientemente por las empresas.

El Real Decreto Ley del Trabajo a Distancia canaliza las obligaciones empresariales de supervisar que las nuevas tecnologías no tengan incidencia en la generación de situaciones de acoso (como forma de violencia en el trabajo), en sus distintas manifestaciones (ejercida por sujetos superiores jerárquicos, entre iguales, incluso por terceras personas ajenas a la empresa, pero vinculadas a ella. (clientes, ex parejas de trabajadoras, por ejemplo).

Qué duda cabe que las políticas internas de acoso laboral desde todas sus manifestaciones (incluido el ciberacoso, también conocido como ciberbullying o network moobing) son el instrumento más válido para canalizar las denuncias internas por parte de trabajadores hostigados. El acoso en los centros físicos ha sucedido siempre y, desgraciadamente, es una cuestión muy presente pero, no se debe desdeñar que el acosador se acoge a todo medio vehicular para hostigar, por lo que los dispositivos digitales pueden servir para acosar (abusivo e indiscriminado uso de e-mails con tonos violentos, mensajes de audio al WhatsApp, etc.).

Network mobbing

A través del network mobbing, se producen en el ámbito laboral conductas agresivas llevadas a cabo bajo el paraguas de las TIC, y puede incluir imágenes/videoclips, notas de audio, correos electrónicos o redes sociales, entre otros. En efecto, bajo este fenómeno, el trabajador puede sufrir situaciones de hostigamiento, por medio de múltiples canales digitales: teléfono móvil —por medio de programas de mensajería instantánea o llamadas—, ordenadores —a través de programas de videoconferencias como muchas otras, Skype o Zoom— o bien, directamente, a través de correos electrónicos profesionales. En estos casos se hace más que necesaria la desconexión fuera del horario del trabajo por lo que son totalmente inaceptables —salvo casos de fuerza mayor— no solo mensajes con contenido laboral sino, obviamente, también con contenido vejatorio u hostigador.

Ciberacoso versus acoso laboral clásico

Muchas empresas desconocen todavía el concepto y los efectos del ciberacoso que difiere en su manifestación del acoso laboral clásico que sucede en modo “presencial”. Las conductas que se producen en remoto han de ser definidas claramente en los protocolos de teletrabajo tal y como preceptúa el señalado RDLTD en su artículo 4 al señalar que “las empresas deberán tener en cuenta las particularidades del trabajo a distancia, especialmente del teletrabajo, en la configuración y aplicación de medidas contra el acoso sexual, acoso por razón de sexo, acoso por causa discriminatoria y acoso laboral». Lejos de detallarse la concreción del modo de gestionar este acoso laboral a distancia, es la empresa la que, en conjunción con la representación legal de los trabajadores, ha de ser la encargada de redactar en el plan o política de teletrabajo el modo de actuación ante conductas de ciberacoso. Actuaciones que han de ser dirigidas a la prevención de riesgos laborales y, en concreto, a la evaluación de riesgos desde su dimensión psicosocial (especialmente importante es el Criterio Técnico OE ITSS nº 104/2021 sobre actuaciones en Riesgos Psicosociales de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social).


Si bien las conductas de acoso laboral presencial no difieren mucho de las propias de ciberacoso, es recomendable que la empresa con los delegados de prevención determine, claramente, en primer lugar, los modos digitales que existen en la empresa y que pueden ser medios para acosar virtualmente y; en segundo lugar, las conductas que pueden sucederse.

A mayor determinación y extensión de los modos de actuación y de denuncia y de las conductas de ciberacoso, mayor conocimiento y protección de la posible víctima laboral.

Política preventiva frente al acoso laboral

Igualmente, de cara a la política preventiva de la empresa, también se ha de poner el acento en la lucha contra el acoso por sus mayores dificultades de prevención y control y por sus rasgos particulares (en su vertiente de ciberacoso). Desde el plano del derecho a la desconexión tecnológica, es relevante la fatiga informática que provoca la falta de su ejercicio, así como las posibles situaciones derivadas del acoso de cualquier naturaleza (tipo moral o sexual) y, significativamente, el ciberacoso que puede darse por medio de los dispositivos digitales (smartphone y ordenador) y que pueden provocar situaciones de hostigamiento susceptibles de causar un daño físico, sexual o psicológico.Las empresas han de tratar el problema desde la prevención de riesgos laborales y no como una cuestión personal entre individuos. Y lo han de hacer de forma rápida, de inmediato, para que no se extienda su gravedad. En la misma política de desconexión digital o en otra de actuación frente al acoso, las empresas deben contar con códigos de actuación que determinen conductas hostigadoras a través de las TIC, así como procedimientos para tratar de evitar el ciberacoso. Los trabajadores han de ser partícipes en la comunicación y denuncia de estas situaciones por lo que la empresa les ha de invitar a que notifiquen toda conducta hostigadora.

Responsabilidades frente al acoso y ciberacoso

De no detenerse este acoso laboral vehiculizado con conductas digitales de forma temprana pueden darse responsabilidades. Así, jurisprudencialmente, puede servir de ejemplo la STSJ Cataluña [(Sala de lo Social, Sección 1ª), núm. 6827/2013 de 22 octubre (rec. núm. 7237/2012)] que declaró la procedencia para el recargo de prestaciones por accidente de trabajo, debido a una situación de acoso moral en el que existió omisión del empresario en su obligación de velar por la salud de la trabajadora, al tolerar situaciones organizativas, funcionales, Directivas y ambientales, diferenciadas y específicas, que le afectaron, dando lugar a una grave patología psiquiátrica en la operaria. Es un ejemplo muy significativo porque, como se ha patentizado, digitalmente, también puede darse el acoso laboral.

Conclusión

Para finalizar, el ciberacoso en el trabajo que ha sido tratado ampliamente por la doctrina iuslaboralista cobra especial importancia por la publicación del Convenio sobre la violencia y el acoso, 2019 (núm. 190) de la Organización Internacional del Trabajo y de la Recomendación (núm. 206) que lo complementa. A este propósito, existe la previsión de que sea ratificado por España.

Su contenido es importante dado que se aplica a todo tipo de trabajador ante situaciones laborales de violencia y acoso que ocurren durante el trabajo, en relación con el trabajo o como resultado del mismo y, entre otras situaciones, por lo que aquí interesa: “d) en el marco de las comunicaciones que estén relacionadas con el trabajo, incluidas las realizadas por medio de tecnologías de la información y de la comunicación” (art. 3).

En suma, un fenómeno laboral, el cual es relativamente reciente e inexplorado, y del que las empresas han de revisar sus políticas de bienestar laboral y adoptar medidas y protocolos de acoso (existen cursos online muy interesantes, por ejemplo el ofrecido por Tirant lo Blanch) para contrarrestar este tipo de acoso y analiza cómo podrían utilizarse para abordar también el ciberacoso. Medidas efectivas para que las personas trabajadoras no sufran acoso mediante el teléfono móvil a través de programas de mensajería.

En estos casos se hace más que necesario el derecho a la desconexión digital fuera del horario del trabajo por lo que son totalmente inaceptables no solo mensajes con contenido laboral sino, obviamente, también con contenido vejatorio u hostigador.


Fuente: Adecco institute

martes, 9 de noviembre de 2021

La FP más demandada por las empresas

La Formación Profesional ya representa 4 de cada 10 ofertas de empleo en España.

Hace ya bastante tiempo que la FP dejó de ser el patito feo de la formación en España. Durante 2020 superó en empleabilidad a la Universidad, y los nuevos ciclos que se imparten parecen amoldarse en buena forma a las necesidades del mercado. Ahora bien, ¿cuáles de ellos generan más contrataciones?

La empresa de contratación Radnstad ha dado algunos datos de contratos firmados y ofertas publicadas por ramas de Formación Profesional, con los siguientes resultados:

Las FP con más opciones de encontrar empleo.

En concreto, las titulaciones de FP con más posibilidad de obtener un empleo son las relacionadas con la gestión administrativa, la sanidad, diferentes actividades industriales o la educación son las apuestas más atractivas.

El Grado Medio en Gestión Administrativa, con 160.806, lidera la clasificación de enseñanzas de FP con más contratos firmados durante 2020. Le sigue, también con más de 100.000 contratos firmados, el Grado Superior en Administración y Finanzas (109.149 firmas) y el Grado Medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería (105.474).


Y los perfiles de FP más buscados por las empresas.

Del mismo modo, los consultores de Randstad destacan, en primer lugar, aquellos relacionados con el sector industrial, y en especial, las actividades relacionadas con el metal, la automoción y la química. Las compañías demandan en tal cantidad profesionales con estudios de FP que se roza el pleno empleo en muchos lugares de nuestro país. En concreto, las empresas buscan perfiles como operarios (en especial de producción, pero también de mecanizado o de montaje y cableado eléctrico), profesionales de mantenimiento, electromecánicos, soldadores o torneros.

Por otro lado, la logística está viviendo un momento álgido gracias al auge del comercio electrónico y las empresas del sector requieren profesionales de todas las categorías, en especial profesionales de almacén o conductores. También se está produciendo un momento de gran demanda de perfiles de Formación Profesional en la industria de la alimentación y en las actividades relacionadas con la gestión administrativa.

Esta no es la primera estadística que intenta trazar la empleabilidad de la FP. El SEPE y el Ministerio de Educación pública los datos de contratación por titulación entre los cuáles se pueden atisbar que algunos de los grados medios y superiores son de los más demandados.

Según el Informe del Mercado de Trabajo que se publica anualmente desde el Servicio Público de Empleo los trabajadores que están en posesión de titulaciones en estudios de FP son especialmente valorados en el ámbito de las empresas y se encuentran entre los que tienen mejores posibilidades de inserción en el mercado de trabajo.

No debemos olvidar que las prácticas en empresas dentro del periodo de formación, denominada Formación en Centros de Trabajo y los proyectos de FP Dual aumentan las posibilidades de inserción laboral de los titulados de FP en la misma empresa una vez completada la formación o de encontrar un trabajo cualificado.

La Formación Profesional oferta más de 150 ciclos formativos dentro de 26 familias profesionales, con contenidos teóricos y prácticos adecuados a los diversos campos profesionales. Cada una de estas familias está orientada a impartir formación en aquellos campos profesionales más emergentes e innovadores de la economía y por tanto con mayores posibilidades de incorporación al mercado de trabajo.

Entre los perfiles de FP que reciben mayores ofertas podemos encontrar varios grupos. Por una parte, los que tienen su ligazón con la gestión administrativa, todos unos clásicos ya de esta formación. Por otra, los ligados a sanidad, como el de Cuidados Auxiliares (Auxiliar de enfermería) o el de Técnico de Laboratorio Clínico.

La enseñanza también copa estas posiciones con títulos como el de Grado Superior en Educación Infantil. Pero la gran novedad de los últimos años son las enseñanzas ligadas con la informática y nuevas tecnologías, como experto en sistemas o desarrollo de aplicaciones.


Fuente: El Economista

miércoles, 19 de mayo de 2021

Componentes de Liderazgo


Según Fischer y Schratz (1993), para poder explicar adecuadamente la influencia del líder hay que considerar tres componentes:

• La individualidad del líder, con su propia personalidad, habilidades, conocimientos y experiencia.

• Las peculiaridades de los seguidores, con sus características de personalidad, habilidades, actitudes, conocimientos, etc.

• El contexto de la situación actual, es decir, las tareas a llevar a cabo y las condiciones reales del aquí y ahora.

Ignorar cualquiera de estos aspectos, llevará a no comprender el carácter del fenómeno del liderazgo.


sábado, 2 de enero de 2021

Eneagrama de la Personalidad, para conocernos y entender a las demás personas.

Es una de las herramientas que contribuyen a facilitar y profundizar el autoconocimiento.

El eneagrama es una poderosa herramienta de conocimiento de uno mismo y de los que nos rodean, de crecimiento personal y emocional que nos permite describir nueve tipos de personalidades.

El autoconocimiento es fundamental para aprender a querernos y a valorarnos. Y es que, uno de los principales pasos de una buena autoestima es la de aprender nuestros fallos y nuestras virtudes, aceptarlas y sacar todo el partido de cada una de ellas. El crecimiento interior empieza por conocernos un poco más e identificar aquellas tendencias que nos impiden mejorar como persona.

El Eneagrama de las 9 personalidades es utilizado como un método de autoconciencia y autoobservación, autoconocimiento y crecimiento personal y también, tiene aplicación en la comunicación con los demás.

El trabajo con el eneagrama comienza cuando uno identifica su tipo y empieza a comprender sus características dominantes.

Aunque reconoceremos en nosotros comportamientos de los nueve tipos, nuestras características más determinantes están arraigadas en uno de estos tipos.

A continuación, señalamos algunas características de las nueve personalidades como aspectos destacables y que no representan el espectro completo de cada tipo de personalidad.

                 

Eneatipo uno: Persona reformadora o perfeccionista. Las personas del tipo 1 tienden a ser muy rectas, severas y de sólidos principios exigentes tanto consigo mismas como con los demás. Quiere ser una persona perfecta y su trauma es que se siente imperfecta. Se esfuerzan siempre por mejorar las cosas, pero temen cometer errores; dado que nunca alcanza la perfección deseada, tiende a enfadarse y frustrarse con facilidad. Se caracteriza por un ego muy centrado en la disciplina, que busca señalar siempre los errores de todo lo que ve y es incapaz de dejar un detalle sin arreglar. 

Son ordenados, organizados y meticulosos que tratan de mantener valores elevados, pero pueden resultar críticos y perfeccionistas. Además, tienen una concepción muy marcada de lo que está bien y lo que está mal. Normalmente tienen problemas de rabia e impaciencia reprimidas. En su mejor aspecto, el uno sano es sabio, perceptivo, realista y noble, a la vez que moralmente heroico. Ejemplos de personas tipo 1: Gandhi, Juana de Arco, Platón, George Harrison, Al Gore, Hillary Clinton, Celine Dion, Emma Thompson, Juan Pablo II y Margaret Thatcher.

Eneatipo dos: Persona ayudadora o conectada. Es la persona preocupada, orientada a los demás. Los dos son comprensivos, sinceros y bondadosos; son amistosos, generosos y abnegados, pero también pueden ser sentimentales, aduladores y obsequiosos. Desean intimar con los demás y suelen hacer cosas por ellos para sentirse necesitados. El pensar tanto en los demás les alegra el corazón y las hace sentir valiosas. Les gusta trabajar en equipo y no les gusta sentirse más que los demás. Al dos le gusta ayudar a los demás y sentirse imprescindible, priorizando siempre las necesidades de los demás, pues necesita sentirse necesitado. Es la persona que necesita amor. 

Por lo general tienen problemas para cuidar de sí mismos y reconocer sus propias necesidades. En su mejor aspecto, el dos sano es generoso, altruista y siente un amor incondicional por sí mismo y por los demás. Algunos ejemplos los tenemos en La Madre Teresa de Calcuta, Barbara Bush, Luciano Pavarotti y David Bustamante.

                     

Eneatipo tres: Persona triunfadora o competidora. Es la persona adaptable y orientada al éxito pero que necesita valoración. "Yo soy lo que hago" es una frase que describe muy bien al eneatipo tres, que son seguras de sí mismas, atractivas y encantadoras. Ambiciosas, competentes y enérgicas, también pueden ser muy conscientes de su posición y estar muy motivadas por el progreso personal. Suelen preocuparse por su imagen y por lo que los demás piensan de ellas. Normalmente tienen problemas de adicción al trabajo y de competitividad. En gran parte, su valía depende de sus triunfos profesionales y del estatus social alcanzado. Además, tiende a obsesionarse con la imagen, el éxito y el reconocimiento.

En su mejor aspecto, el tres sano se acepta a sí mismo, es auténtico, es todo lo que aparenta ser, un modelo que inspira a otras personas, transformando su vanidad en autenticidad y valorándose por lo que es en vez de por lo que hace, tiene o consigue. Algunos ejemplos los tenemos en Bill Clinton, Elvis Presley, John Travolta, Christopher Reeve, Paúl McCartney, Tom Cruise, Madonna, Michael Jordan y Whitney Houston.

Eneatipo cuatro: Persona individualista o creativa. Es la persona que necesita atención, romántica e introspectiva, conscientes de sí mismos, sensibles, reservados y callados. Son demostrativos, sinceros y personales emocionalmente, pero también pueden ser caprichosos y tímidos. Se ocultan de los demás porque se sienten vulnerables o defectuosos, pero también pueden sentirse desdeñosos y ajenos a las formas normales de vivir. Al compararse con la gente, suele considerar que le falta “algo” para poder ser feliz, sumiéndose en la envidia, la tristeza y la melancolía. Normalmente tienen problemas de autocomplacencia y autocompasión. En su mejor aspecto, los tipos cuatro sanos son inspirados y muy creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias.

Algunos ejemplos los tenemos en Jackie Onassis, Bob Dylan, Johnny Depp y James Dean.

Eneatipo cinco: Persona investigadora o estudiosa. Es el tipo cerebral, son muy innovadores, reservados y aislados y defienden mucho su espacio. Absorben y analizan muy rápido la información. Son capaces de concentrarse y enfocar la atención en desarrollar ideas y habilidades complejas. Independientes e innovadores, es posible que se obsesionen con sus pensamientos. Teme expresar sentimientos, pues todo lo que tenga que ver con los sentimientos, así como con el contacto físico, le incomoda. Se desligan de las cosas, pero son muy nerviosos y vehementes. Su mayor miedo es ser incapaz de relacionarse emocionalmente con los demás. Por lo general tienen problemas de aislamiento y excentricidad. Son personas que investigan su alrededor, miran a los demás, conocen lo que les rodea y fomentan su sabiduría En su mejor aspecto, el cinco sano es pionero visionario, suele estar en la vanguardia y es capaz de ver el mundo de un modo totalmente nuevo.

Ejemplos: Vincent Van Gogh, Tim Burton, Bill Gates, Bobby Fisher y Charles Darwin.

 


Eneatipo seis: Persona leal o fiel. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Su valor principal es la sinceridad y la fidelidad. Las personas tipo seis son dignas de confianza, trabajadoras y responsables, pero también pueden adoptar una actitud defensiva, ser evasivas y muy nerviosas; trabajan hasta estresarse al mismo tiempo que se quejan de ello. Es la persona que teme tomar decisiones. Y su herida es que no confía en sí mismo. Suelen ser muy miedosos y se imaginan siempre lo peor que podría pasar. Suelen ser extremadamente ansiosos y desconfiados, teniendo miedo a lo desconocido, a todo lo que les pueda hacer algún tipo de daño emocional. Pueden ser cautelosas e indecisas, aunque también reactivas, desafiantes y rebeldes. Normalmente tienen problemas de inseguridad y desconfianza. En su mejor aspecto, los seis sanos son estables interiormente, transforman su cobardía en coraje, cultivando la confianza y seguridad en sí mismos, independientes, y apoyan con valentía a los débiles e incapaces.

Algunos ejemplos son Rober Kennedy, Michelle Pfeiffer, Mel Gibson, Richard Nixon, Malcom X, Bruce Springsteen, Princesa Diana, Tom Hanks, Meg Ryan y Julia Roberts.

Eneatipo siete: Persona entusiasta o sociable. Es una persona productiva y ajetreada. Los siete son versátiles, optimistas y espontáneos; juguetones, animosos y prácticos, pero también podrían abarcar demasiado, ser desorganizados e indisciplinados. Activos, vivaces, distraídos y lleno de energía y ansias de libertad. Constantemente buscan experiencias nuevas y estimulantes, pero la actividad continuada los aturde y agota. Suelen vivir bajo una máscara de alegría para evitar conectar con el dolor y la realidad cuando esta es poco agradable. Teme sufrir ya que su problema es que no soporta contactar con el vacío y el dolor en su mente. Por eso, tiende a desarrollar una personalidad divertida, alegre y positiva, utilizando el sentido del humor como mecanismo de defensa. Por lo general, tienen problemas de superficialidad e impulsividad. En su mejor aspecto, los siete sanos centran sus dotes en objetivos dignos, son alegres, muy capacitados y agradecidos.

Ejemplos de este tipo lo encontramos en Robin Williams, Steven Spielberg, W.A. Mozart, Jim Carrey, Sarah Ferguson, Benjamín Franklin, Robin Williams, Jack Nicholson y John F. Kennedy.

Eneatipo ocho: Persona desafiadora o líder. Personalidad tipo poderosa y dominante. Se caracterizan por un fuerte control sobre su entorno, imponiendo sus propias reglas. Y oculta a toda costa su mayor miedo, que los demás le hagan daño. Por eso protegiéndose tras una coraza, vive a la defensiva, reaccionando agresivamente cuando se siente amenazado. Son personas combativas, agresivas y orientadas al poder. Las personas tipo ocho son seguras de sí mismas, fuertes y capaces de imponerse. Protectoras, ingeniosas y decididas, también resultan orgullosas y dominantes; piensan que deben estar al mando de su entorno y suelen volverse retadoras e intimidadoras. Normalmente tienen problemas para intimar con los demás. En su mejor aspecto, los ocho sanos se controlan, usan su fuerza para mejorar la vida de otras personas, volviéndose heroicos, magnánimos y a veces históricamente grandiosos.

Ejemplos: Donald Trump, Mijail Gorbachov, Frank Sinatra, Franklin D. Roosevelt, Susan Sarandon, Martín Luther King Jr., Sean Connery y Paul Newman.

Eneatipo nueve: Persona pacificadora o mediadora. Son personas tranquilas, mediadoras y con tendencia a evitar el conflicto. Necesitan que en su entorno reine la paz y la armonía ya que su trauma es que no sabe lidiar con el enfado de quienes le rodean. Los tipos nueve son conformistas, confiados y estables. Son afables, bondadosos, se acomodan con facilidad y ofrecen su apoyo, pero también pueden estar demasiado dispuestos a transigir con los demás para mantener la paz. Es conocido por su carácter conciliador. Desean que todo vaya sobre ruedas, sin conflictos, pero tienden a ser complacientes, incluso a infravalorarse para evitar tomar partido y no molestar a nadie y, por esta razón, suele minimizar cualquier cosa inquietante. Normalmente tienen problemas de pasividad y tozudez. En su mejor aspecto, los nueve sanos son indómitos y abarcadores; son capaces de unir a las personas y solucionar conflictos.

Ejemplos: Winston Churchill, Nelson Mandela, Ronald Reagan, Gerald Ford, Kevin Costner, Sophia Loren, Abraham Lincoln, Walt Disney, Ringo Starr y Reina Isabel II del Reino Unido.

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Hoy, hemos querido compartir esta sencilla introducción del eneagrama que describe brevemente las 9 personalidades. Nos hemos centrado, en mayor medida en las virtudes de cada eneatipo, pero el verdadero crecimiento personal viene al profundizar en las sombras y en las heridas para sanarlas. Es de esta manera como conectarás con la esencia de lo que realmente eres. 

Aprovecho para invitarte a explorar el fantástico mundo de las personalidades a través del eneagrama de las pasiones, la influencia de las alas, el descentramiento y centramiento, los 27 subtipos, la virtud, el ego y la esencia. Intenta aplicarlo en primera persona para que se convierta en un camino de crecimiento personal, integrando lo aprendido para conocernos mejor y conocer a las personas que te rodean desde una perspectiva de mayor empatía. 

¿Quieres saber cuál es tu personalidad dominante? Te dejo el siguiente enlace para que puedas hacer el test de personalidad a través del Eneagrama. ¡Anímate! 

Hacer click aquí: http://www.fpempleo.net/test/test-eneagrama/

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