viernes, 30 de diciembre de 2022

Las jornadas muy largas son el factor laboral más letal para los trabajadores

Un estudio de la OMS y la OIT, el más completo hasta la fecha, calcula que casi dos millones de personas murieron en un año por causas relacionadas con el trabajo

En un contexto de pandemia mundial, en el que la salud ha pasado a primer término en la batalla para contener un virus que está segando millones de vidas, no está de más recordar que para miles de personas su trabajo supone su sentencia de muerte. Cada día. "Es chocante ver cómo tantas personas mueren literalmente a causa de su trabajo", ha subrayado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. La organización de la ONU ha presentado este viernes su estudio más completo hasta la fecha en esta materia, conjunto con la OIT, que calcula que casi dos millones de muertes en un año a nivel mundial por causas laborales. El factor más letal detectado son las largas jornadas de trabajo.

Se llamaba Xavi y murió con 19 años mientras trabajaba

Se trata de una investigación amplia, de la que ambos organismos ya ofrecieron un adelanto hace unos meses, cuando publicaron los datos precisamente de las muertes debidas a largas jornadas laborales: 745.000 en un año. Ahora, las agencias internacionales comparten el estudio completo, con una mirada más amplia que incluye más causas laborales que provocan el fallecimiento de miles de personas.

"Las enfermedades y los traumatismos relacionados con el trabajo provocaron la muerte de 1,9 millones de personas en 2016, según las primeras estimaciones conjuntas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT)", apunta el estudio de las entidades de Naciones Unidas.

Según la investigación 'Estimaciones conjuntas de la OMS y la OIT sobre la carga de morbilidad y traumatismos relacionados con el trabajo, 2000-2016: informe de seguimiento mundial', la mayoría de las muertes relacionadas con el trabajo se debieron, en último término, a enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Pero el origen de estas patologías hay que buscarlo en el trabajo, en algunos de los 19 factores de riesgo laboral que analiza el estudio.

Los investigadores tienen en cuenta esta casi veintena de riesgos del trabajo, entre los que las largas jornadas de trabajo son el factor más mortal. Como se apuntaba, las agencias calculan que las jornadas laborales de 55 o más horas semanales provocaron 745.000 defunciones por accidentes cerebrovasculares y cardiopatías isquémicas en 2016.

Le sigue en peligrosidad la exposición en el lugar de trabajo a la contaminación del aire (partículas en suspensión, gases y humos), que provocó por su parte 450.000 muertes, según el estudio.


Estos y otros riesgos a los que las personas trabajadoras se vieron expuestas se tradujeron en las siguientes enfermedades, que acabaron en muertes: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (que provocó 450.000 muertes), el accidente cerebrovascular (400.000 muertes) y la cardiopatía isquémica (350.000 muertes). Los traumatismos laborales causaron "el 19% de las muertes (360.000 muertes)", apunta el informe.

"Un número desproporcionadamente elevado de muertes relacionadas con el trabajo se produce entre trabajadores de Asia meridional y el Pacífico occidental, así como en hombres y en personas mayores de 54 años", subrayan la OMS y la OIT.

Las muertes por largas jornadas van en aumento

La OMS y la OIT destacan que, en total, las muertes relacionadas con el trabajo por población se redujeron en un 14% entre 2000 y 2016. Según el informe, esto puede deberse a la introducción de mejoras en materia de salud y seguridad en el lugar de trabajo.

Sin embargo, no todas las muertes laborales se reducen. Las muertes por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares asociados a la exposición a largas jornadas laborales aumentaron un 41% y un 19% respectivamente en ese periodo analizado. "Esto refleja una tendencia creciente respecto de este factor de riesgo ocupacional relativamente nuevo y psicosocial", advierten los investigadores, que indican que es posible que el número de muertes laborales detectado sea inferior al real a causa de factores de riesgo no detectados.

"Muertes prematuras evitables"

"Estos casi dos millones de muertes prematuras son evitables", ha destacado Maria Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS. "Nuestro informe es una llamada de atención a los países y las empresas para que mejoren y protejan la salud y la seguridad de los trabajadores cumpliendo sus compromisos de proporcionar una cobertura universal de servicios de salud y seguridad en el trabajo", ha exigido también el director de la OMS.

Las agencias internacionales subrayan la importancia del estudio, que pone bajo el poco los riesgos laborales y, además, recomienda medidas preventivas para hacerles frente. "Cada factor de riesgo tiene un conjunto único de acciones preventivas, que se describen en el informe de seguimiento para orientar a los gobiernos, en consulta con los empresarios y los trabajadores"; destacan la OMS y la OIT.

Por ejemplo, para la prevención de la exposición a largas jornadas laborales se recomienda un acuerdo sobre los límites máximos saludables del tiempo de trabajo. El "derecho a desconectar" del trabajo es un debate que cobra fuerza en Europa, ante la sobrecarga de trabajo de los trabajadores, que ha empeorado con el teletrabajo. Eurofound publicaba recientemente un estudio con recetas para facilitar esa desconexión, como hacer reuniones más cortas y que los jefes "den ejemplo" en las plantillas.

"Estas estimaciones proporcionan información importante sobre la carga de morbilidad relacionada con el trabajo, y esta información puede ayudar a configurar políticas y prácticas para crear lugares de trabajo más saludables y seguros", ha subrayado por su parte Guy Ryder, director general de la OIT.

Los organismos han recordado además que los efectos de la pandemia de COVID-19 añadirán otra dimensión más a esta lista de riesgos laborales, que deberá ser reflejada en futuras estimaciones.

Fuente eldiario.es

sábado, 24 de diciembre de 2022

España, a la cabeza de Europa en desempleo sénior

Uno de cada tres parados es mayor de 50 y uno de cada dos es de larga duración

El autoempleo es una de las opciones de los séniors para volver al mercado laboral tras un despido

España e Italia registran los mayores índices de desempleo sénior, entre los 55 y los 69 años, de la Unión Europea, según el II Mapa de talento senior. España en el contexto europeo, publicado por el centro de investigación Ageingnomics Fundación Mapfre. Uno de cada tres desempleados en España es mayor de 50 años y uno de cada dos parados séniors es de larga duración.


España, además, está, junto a Polonia y Francia, entre los países europeos con una menor tasa de empleo sénior, un 41%, diez puntos por debajo de la media europea. En el lado contrario están Suecia y Alemania, las dos naciones con mayor tasa de actividad y empleo, según el citado informe, para cuya elaboración se ha seleccionado una muestra de siete países: Alemania, Francia, Italia, España, Polonia, Suecia y Portugal. En el estudio se asegura que si en España hubiera un 85% de séniors entre 55 y 59 años trabajando, tasa que tiene Suecia, frente al 65% que hay ahora, permitiría unas ganancias en el PIB de entre cinco y diez puntos.

La comparación entre los territorios estudiados pone de manifiesto, también, que en España la duración media de la vida activa, 34 años, es de las más bajas del continente. Por ello, los autores del informe abogan por una prolongación de la actividad, para lo que consideran que es necesario un cambio tanto en la legislación, que permita un modelo flexible de jubilación, como en la mentalidad de los españoles.

“Tener una determinada edad ya es un hándicap para seguir en el mercado laboral, aunque tengas capacidad, formación, y experiencia. Tienes más de 55 años por lo que todo lo demás queda supeditado a una razón de edad. Luchar contra esa razón de edad es absolutamente fundamental, para que puedan brillar las otras condiciones que tiene la gente mayor y que son muchas veces de una valía extraordinaria. Habría que definir una política que tratase de combatir todas las manifestaciones de edadismo que se producen en la sociedad española, pero al mismo tiempo que hacemos eso, habría que establecer unas reglas del juego que permitiesen que el trabajador mayor que quisiera trabajar, pudiera seguir haciéndolo por encima de la edad legal. La jubilación es, sin duda alguna, un derecho, pero no debería ser un deber. Me refiero básicamente a los trabajadores del sector terciario, que tienen menos esfuerzo físico a la hora de realizar sus tareas. Por supuesto que los trabajadores manuales necesitan otras reglas del juego y otro calendario. Por lo tanto, es necesario un cambio legislativo y un cambio de mentalidad”, explica a Cinco Días Rafael Puyol, uno de los autores del informe.

Considera también que “todavía está muy poco legislado y reflexionado la lucha por la discriminación por edad”. “Tendríamos que buscar una ley, consensuada por todos los grandes interlocutores del mercado laboral para que eso pudiera ser una realidad”, añade. La misma opinión la comparte uno de los colaboradores del informe, el abogado Íñigo Sagardoy. “Una ley orgánica de igualdad generacional serviría como paraguas para normas que aseguren que no haya discriminación”, afirmó durante la presentación del estudio.

Una de las opciones por la que optan los parados de más de 50 años para volver al mundo laboral es, según el informe, el autoempleo. De hecho, un 28% de los autónomos en España son séniors, una cifra bastante alineada con la media de los países analizados. Recoge el estudio, además, que los trabajadores por cuenta propia con empleados a su cargo se retiran más tarde y que los emprendedores séniors generan más empleo que los júniors.

“El hecho diferencial del emprendimiento sénior es que hay más riesgo, en el sentido en el que, posiblemente, te estás jugando el patrimonio que te va a servir para la vida futura en ese proyecto. Tienes que estar muy seguro antes de tomar la decisión de emprender”, explica Alfonso Jiménez, otro de los autores del mapa junto a Puyol e Iñaki Ortega. Y añade que hay poco incentivo, “lo que hace que mucho emprendedor sénior lo haga porque ha sido expulsado del mercado de trabajo”. Se trata, añade el citado consultor, de un emprendimiento por necesidad, no tanto por buscar una oportunidad. El estudio también demuestra que el acceso a la jubilación tiene olas. Los primeros que se retiran son los trabajadores por cuenta ajena que entran dentro de los programas de prejubilación o jubilación anticipada. Después, prosigue Jiménez, los trabajadores autónomos sin empleados. Y luego están los que tienen “empleados contratados, directamente como autónomos o a través de una sociedad. Son estos los que se retiran más tarde, en muchos casos por encima de los 65 años”.


Fuente cincodias.com

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Las 10 causas del síndrome de burnout

Estas son las principales causas del síndrome de burnout que afecta a los trabajadores.

El síndrome de burnout, también conocido como “síndrome del trabajador quemado” es una alteración psicológica que viven muchos trabajadores en todo el mundo que se ven superados por su situación laboral y acaban generando una serie de síntomas físicos y psicológicos de malestar.

Este fenómeno se origina habitualmente por una sobrecarga de trabajo o por una incapacidad manifiesta del trabajador para cumplir con éxito aquellas obligaciones que se le encomiendan en un período de tiempo estipulado.

Son muchas las maneras que tienen los trabajadores de experimentar esta patología relacionada con la saturación en el trabajo; no obstante, es posible identificar una serie de causas que con frecuencia dan lugar al síndrome del trabajador quemado. Veamos cuáles son.


Las principales causas del síndrome de burnout

Aquí daremos un repaso a las causas más habituales que hay tras el síndrome de burnout; ahora bien, en la gran mayoría de los casos una sola de ellas no desencadena por sí misma dicho problema, sino que debe darse una combinación de factores.

Por otro lado, aunque su nombre pueda indicar lo contrario, el síndrome de burnout no tiene por qué ser una alteración surgida a partir de problemas “dentro” de la persona; a veces, es en el contexto de trabajo donde podemos hallar la mayoría de los desencadenantes y elementos a mejorar para cuidar de la salud mental.

1. Jornada laboral excesiva

Una jornada laboral que supere con creces las 8 o 9 horas de trabajo que se consideran como normales diariamente puede ser una de las principales causas que explican un síndrome de burnout o del trabajador quemado en cualquier persona.

Cuanto más extensa sea la jornada laboral de la persona, más posibilidades hay de que esta tenga mayor dificultades a nivel cognitivo, físico y emocional para desarrollar correctamente cada una de sus obligaciones diarias.

Es por eso que resulta tan necesario tener jornadas de trabajo normales y disponer de horas suficientes de descanso y tiempo libre, de lo contrario podemos acabar desarrollando un síndrome de burnout.

2. Monotonía en el trabajo

La monotonía en el trabajo debido a la repetición de acciones de manera secuencial son también factores que pueden generar un gran malestar psicológico en la persona, al sentirse esta estancada en un empleo sin futuro y en el que debe repetir diariamente los mismos procesos y obligaciones de manera casi automática.

La falta de diversidad de ocupaciones o de responsabilidades semanales en el trabajo pueden acabar por desmotivar al trabajador, más aún si éste no alberga una visión positiva sobre su trabajo diario.

Y es que, la motivación es esencial para el correcto desempeño de cada trabajo y cuando esta desaparece o no hay alicientes para seguir trabajando, puede desarrollarse un síndrome de burnout en la persona.

3. Demasiadas responsabilidades

Un puesto de trabajo con demasiadas responsabilidades puede poner a prueba las capacidades tanto laborales y resolutivas como psicólogas, físicas o emocionales del trabajador, haciendo que sienta que la situación le desborda.

Resulta evidente que un trabajo en el que nos pidan más responsabilidades, también irá acompañado de una mayor presión por el miedo a fracasar en los cometidos que se le han encomendado. Este miedo a fracasar o hacer las cosas mal, unido a un exceso de responsabilidades puede provocar que la persona se sobrecargue de trabajo o se bloquee ante el exceso de tareas a las que debe atender.

4. Pocos incentivos o remuneración en relación al trabajo a desempeñar

Como hemos indicado, la remuneración en el trabajo es uno de los principales alicientes a la hora de trabajar diariamente, aquello que en muchas ocasiones empuja al empleado a seguir adelante con su trabajo por muy adversas que sean las condiciones laborales o sus responsabilidades asignadas.

Además de eso, cuando el empleado recibe una baja remuneración o un sueldo que según él no se ajusta a su trabajo realizado puede acabar generando sentimientos de frustración y malestar, lo que puede influir negativamente en su productividad y acabar generando un caso de burnout.

Es por eso que un trabajo exigente deberá ir acompañado de una buena remuneración económica ajustada a su nivel de exigencia, de lo contrario se corre el riesgo de que el empleado se desmotive o acabe sobrecargado por exceso de responsabilidades.

5. Clima laboral negativo

Un clima laboral en el que se desarrollen dinámicas negativas entre los trabajadores y donde no prevalezcan las relaciones de compañerismo, de colaboración o de fraternidad, también puede acabar generando en los empleados un síndrome de burnout en su trabajo diario.

Los climas laborales donde reina la competitividad y en los que cada empleado va por libre sin colaborar con ninguno de sus colegas, no promueven en absoluto el buen trabajo en equipo y en ocasiones estos contextos también pueden afectar a la productividad de cada trabajador individualmente.

6. Mala comunicación

La comunicación es esencial para el correcto funcionamiento de cualquier empresa u organización de todo tipo, ya que permite una relación fluida entre los diversos trabajadores y departamentos de las mismas.

Una mala comunicación dificultará el tránsito de información entre los distintos actores que trabajan conjuntamente para lograr los objetivos empresariales, lo que a la larga acaba generando todo tipo de errores o retrasos en el cumplimiento y entrega de todo tipo de trabajos y proyectos comunes.

Estos problemas, en el contexto laboral, puede afectar de manera decisiva a la salud mental tanto de empleados como de superiores o cargos intermedios, al ver que no se logran con éxito los objetivos marcados.

7. Acoso laboral

El acoso laboral y otras malas prácticas empresariales con los trabajadores de niveles más bajos también puede ser una de las causas principales del síndrome de burnout.

Este tipo de prácticas acostumbran a minar la salud psicológica de las personas y también su salud física, y afectan muy negativamente en sus capacidades de trabajo y en su productividad en general.

8. Falta de autonomía

Algunas empresas dejan poca autonomía personal a sus empleados para que puedan desempeñar sus obligaciones laborales con mayor libertad o ejercen un gran nivel de vigilancia sobre sus puestos de trabajo.

Este tipo de práctica que atenta a la libertad que tiene el empleado para trabajar también puede sobrecargarle y ser causa de una gran variedad de alteraciones comportamentales o emocionales.

9. Sobrecarga de funciones

Una sobrecarga de funciones también acostumbra a ser la causa principal en el desarrollo de un síndrome de burnout por parte de los trabajadores.

Por eso resulta tan necesario repartir funciones entre empleados y en ocasiones delegar todas aquellas funciones que pueda realizar otra persona, para evitar la sobrecarga de funciones en un solo cargo.

10. Precarización laboral

La falta de medios en el trabajo diario por parte del trabajador y la utilización de herramientas ineficientes o desfasadas también puede relacionarse con la aparición de un síndrome del trabajador quemado.

Es por eso que es tan necesario que todos los trabajadores dispongan de herramientas tecnológicas actualizadas y eficaces para desempeñar con éxito cada una de sus obligaciones laborales diarias.

+ información: https://es.slideshare.net/EnriqueBorrell/sndrome-del-burnout

Fuente: psicologiaymente.com

martes, 13 de diciembre de 2022

Más de un centenar de personas reflexionan sobre la Formación Profesional Dual en Canarias y empleo joven


El viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, Gustavo Santana

clausura la jornada sobre Formación Profesional Dual

Más de un centenar de personas participaron este martes en la jornada La Formación Profesional (FP) Dual y sus efectos sobre la empleabilidad juvenil, organizada por la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias para reflexionar y modernizar un nuevo modelo de enseñanza con alternancia entre los centros educativos y las empresas interesadas.

Impulsado por la Viceconsejería de Empleo, el evento divulgativo se enmarcó en el actual proceso de implantación pública de la Estrategia canaria de FP Dual 2022-2026, un documento firmado a mediados de este año por la administración autonómica con las patronales y sindicatos de mayor representatividad tras su consenso en la Mesa General de Concertación Social para acelerar la transición hacia un modelo de educación continua a lo largo de la vida de las personas y mayor vinculación a los contratos laborales.

Celebrada de manera presencial en el centro de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Tenerife, pero con transmisión simultánea a través de medios telemáticos, la jornada  contó con la inauguración del director general de Trabajo del Gobierno de Canarias, Alejandro Ramos; y la consejera de Empleo y Desarrollo Económico del Cabildo tinerfeño, Carmen Luz Basso.

A continuación, la directora del Servicio Canario de Empleo (SCE), Dunnia Rodríguez, impartió la ponencia FP Dual, una Estrategia canaria necesaria para la empleabilidad con el objetivo de analizar un texto pionero que situó a la comunidad canaria como primera autonomía en encajar la Ley Orgánica 3/2022 de Ordenación e Integración de la FP gracias a la colaboración público-privada mediante el diálogo social.

Por su parte, la directora general de FP y Educación de Personas Adultas del Gobierno de Canarias, María del Rosario Gañán, presentó y moderó la mesa redonda sobre experiencias de éxito con participación de representantes del profesorado (Beatriz de la Riva), alumnado (Raúl Salvador), equipos de prospección (Fernando López) y empresas (Ignacio Millán).

Con presentación y moderación de Enrique Borrell por parte de la Viceconsejería de Empleo, la segunda mesa se centró en el rol de los agentes sociales y económicas mediante las intervenciones de los responsables de las confederaciones empresariales de Santa Cruz de Tenerife, Eduardo Bezares, y de Las Palmas, Vicente Marrero; junto a los representantes de las organizaciones sindicales Unión General de Trabajadores, Juan José Suárez, y Comisiones Obreras, Ignacio López, antes de la clausura a cargo del viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, Gustavo Santana.

Fuente 


jueves, 8 de diciembre de 2022

‘BABY BOOMERS’ Pensiones, familia, paro... ¿Por qué es la generación más estresada de la historia?

Son la generación más numerosa, tienen entre 45 y 65 años y se sienten atrapados entre la incertidumbre sobre su futuro y el estrés de un presente en el que luchan por conservar su empleo mientras cuidan de sus padres, hijos e incluso nietos. Radiografía de los ‘baby boomers’.

Es una generación marcada por el esfuerzo, debido a lo difícil que resultaba destacar: crecieron en familias numerosas y en clases llenas de alumnos.

Dicen de ellos que sostienen el país. Y lo hacen entre malabarismos para cuidar de padres, hijos e incluso nietos y moviéndose en un mercado laboral donde se sienten cada vez más en la cuerda floja. Todo ello mientras miran preocupados un futuro inminente en el que sus pensiones de jubilación parecen amenazadas, con 30 o 40 años de vida todavía por delante. Porque en esas andan los baby boomers, el grupo de población más numeroso de nuestro país –hoy, entre los 45 y los 64 años– y «la generación más estresada de la historia».

Lo dice el sociólogo Pau Miret, investigador del Centre d'Estudis Demogràfics, de la Universidad Autónoma de Barcelona. Hablamos de una generación que se siente atrapada entre la ansiedad que les causa la incertidumbre sobre su futuro y el estrés de un presente acelerado en el que apenas tienen tiempo para cuidar de sí mismos. Y eso que necesitan hacerlo: es fundamental para retrasar todo lo que puedan una eventual situación de dependencia.



El declive sexual de una generación

No es lo único que crea desasosiego a los miembros de esa generación, marcada por ser tremendamente numerosa. «Los baby boomers somos prácticamente uno de cada tres españoles –explica Miret–. Que seamos tantos provoca una serie de problemas. Siempre los ha provocado».

«La célebre frase '¡qué ganas tengo de jubilarme!' ya no tiene sentido para ellos. Saben que jubilarse implicará apretarse el cinturón hasta el final de sus vidas –señala el psicólogo Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés durante 28 años–. La incierta sostenibilidad de las pensiones es una gran preocupación para ellos».

En 2027 se espera un aumento significativo de pensionistas, que persistirá a lo largo de décadas

«Debería ser positivo que vivamos más años –añade Miret–, pero para el Estado, por sus implicaciones en los sistemas de pensiones y sanitario, todo esto se ve como un problema». Problema que se agravará a partir de 2027, cuando convivirán dos edades ordinarias de jubilación: la de 65 años, para los que hayan cotizado durante 38 años y seis meses, y la de 67 años, para los que no hayan alcanzado este tiempo trabajado. Teniendo en cuenta que en 1960 hubo 641.282 nacimientos (el doble de los que hay actualmente, más cerca de la natalidad de 1940), se espera un aumento significativo de los nuevos pensionistas, que persistirá a lo largo de dos décadas.

Este desenlace incierto de la vida laboral es muy desconcertante para una generación que vivió en carne propia el final de una era dominada por la estabilidad. Los boomers vieron a sus padres y abuelos trabajar en empresas donde pasaron toda su vida; una cultura empresarial que saltó por los aires entre reestructuraciones de plantillas, reconversiones industriales y despidos masivos.

Masificación. Es una generación marcada por el esfuerzo, debido a lo difícil que resultaba destacar: crecieron en familias numerosas y en clases llenas de alumnos.

Se trata, además, de una generación caracterizada por el esfuerzo. Los boomers necesitaron empeño y determinación para destacar. Crecieron en el seno de familias numerosas, estudiaron en clases llenas de alumnos y se lanzaron en masa a un mercado laboral donde no había empleo para todos. Empleos que ahora luchan por conservar.

La generación del odio

Lo mismo ocurre con su estilo de vida. Fue, sin ir más lejos, la primera generación que comenzó a permitirse hacer turismo. «Los boomers rompimos la austeridad de la generación anterior. Nuestros padres no se planteaban un descanso más allá de irse a la playa en coche unos días o pasar todo el mes en el pueblo –señala Miret–. Nosotros, sin embargo, viajamos en nuestro mes de vacaciones. Es una especie de seña de identidad. Basta ver lo rápido que se ha recuperado el turismo pasada la pandemia». Incluso aunque para ello haga falta pedir un préstamo al banco. De hecho, los créditos solicitados el pasado verano con este propósito –45,7 por ciento de los cuales fue concedido a baby boomers– duplicaron los del año anterior, si bien el monto de los mismos se redujo en un 33 por ciento (de 4300 a 2900 euros), según un estudio del comparador on-line de préstamos Lendo, conectado a más de 110 entidades financieras.

Mantener estos hábitos, sin embargo, se antoja cada vez más difícil. «Estamos siendo aparcados, relegados. Ya no estamos en los retos organizacionales ni en los planes de carrera y de formación de las empresas –lamenta Elena Cascante, socióloga, politóloga, directora del Observatorio Generación y Talento y presidenta de la Asociación 50plus Think Tank–. Y me refiero solo a los que seguimos en el mercado laboral, porque muchos se han ido por la puerta de atrás: desvinculados, prejubilados, despedidos sin reconocimiento alguno...».

«Se insiste tanto en que somos viejos que nos lo acabamos creyendo, pero estamos en plenitud»

Situación esta que implica, además, un incremento de la carga para el Estado. «Piensa que el 70 por ciento de esas personas ya no retorna al mercado laboral y se convierte en desempleado de larga duración –añade–. El sistema no se puede permitir el lujo de dejar fuera a un porcentaje tan elevado de cotizantes».

'Bótox al currículum'

Es difícil, sin embargo, vencer el edadismo, es decir, la discriminación por edad. «Estamos poniendo 'bótox' a todo –advierte la presidenta de 50plus Think Tank–. Tienes que poner 'bótox' al currículum si quieres volver a trabajar y quitarte por lo menos diez años para tener alguna oportunidad». Y, aun así, si un boomer supera la primera criba, suele ser descartado en la siguiente etapa del proceso de selección.

«Se nos insiste tanto en que somos viejos que nos lo acabamos creyendo. Pero estamos en pleno potencial productivo y, aunque no seamos nativos digitales, nos hemos reciclado para afrontar cualquier reto», subraya Miret. Una situación que se traduce en estrés y ansiedad para millones de personas al ver que, mientras aumenta la esperanza de vida general, se reduce su esperanza de vida laboral. «Muchos baby boomers no saben si trabajarán hasta la edad de jubilación, si cobrarán la pensión completa... –prosigue la directora del Observatorio Generación y Talento–. Tras haber vivido siempre para trabajar, se enfrentan ahora a un nuevo ciclo instalados en el miedo, la ansiedad y la depresión. Eso deteriora la salud y tiene un fuerte impacto en el coste sanitario».

Además de ser un caldo de cultivo para el hiperconsumo de benzodiacepinas, un recurso nada recomendable, pero síntoma de la vorágine del día a día que supera a la generación baby boomer, marcada por apretadas agendas médicas de los padres y el dilatado cuidado de los hijos. «En España, los hijos no se van de casa. Es un motivo más de ansiedad y estrés para estos padres boomers –afirma Cano Vindel, en referencia a los sentimientos encontrados que genera esta situación–. Están prolongando en exceso la crianza, y eso causa mucho estrés. Pero, por otro lado, sienten una gran satisfacción por ayudar a sus hijos y lo hacen porque quieren». Y, en el caso de los que ya son abuelos, aún hacen un encaje de bolillos para llevar a los nietos a la guardería u ocuparse de ellos los fines de semana.

«Todo ello mientras seguimos con el sistema de jornada laboral de 40 horas, creado en la Segunda República, cuando la esperanza de vida rondaba los 50 años y la comunidad, el vecindario, desempeñaba un papel importante en el cuidado de los niños y mayores –señala el sociólogo e investigador Pau Miret–. Hoy, esta asistencia se reduce a la familia nuclear. Para cuidar de uno mismo y de los demás se necesita tiempo, y los boomers no lo tenemos».

La demanda de conciliación, de hecho, ha surgido en los últimos años desde otras generaciones más jóvenes. «Los boomers no hemos reivindicado para nosotros mismos ese tiempo de ocio y familia», aclara Cascante. Lo ha hecho la generación más joven.

LOS 'BOOMERS' ESPAÑOLES SON DIFERENTES

⇒ España tuvo su baby boom 10 años más tarde que el resto de Europa por la posguerra, especialmente larga y penosa.

⇒ Aunque no hay unanimidad sobre cuándo empieza y acaba la generación baby boomer, el periodo de explosión de fecundidad comprende de 1958, con 603.717 nacimientos, a 1977, con 797.066 nacimientos.

⇒ El pico fue en 1976, con 811.252 nacimientos. Por eso, aunque sorprenda, los españoles de entre 45 y 50 años son aún boomers. Con un matiz: los nacidos entre 1975 y 1982 fueron denominados generación X o GEN X en referencia al cambio de valores de la época, una rebelión contra la autoridad de los adultos. Esa 'subgeneración' es la precursora de los millennials (o generación Y), marcados por el cambio de siglo y la tecnología.

Fuente: ABC.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Cinco tips para aguantar mejor la presión en el trabajo

El exceso de trabajo y la presión pueden llevarnos a tener muchos problemas, incluso relacionados con la salud

Saber gestionar la presión es necesario si no queremos que nuestro rendimiento y calidad de vida se vean afectados por unos niveles de estrés demasiado altos.

Te ofrecemos algunos consejos sobre cómo gestionar la presión en el trabajo de una manera adaptativa, lo cual te ayudará a mantener un buen rendimiento sin ver afectada tu estabilidad emocional.


1.- Planifica el trabajo

La planificación es un importante recurso protector ante la presión que en ocasiones puede representar nuestra carga laboral, tomando en consideración que, cuando somos capaces de planificar adecuadamente nuestro tiempo, se rinde de una manera más efectiva y es menos probable que nos invada el estrés por falta de tiempo.

2.- Dale valor al descanso

Tendemos a pensar que los momentos de descanso son improductivos y, en consecuencia, podemos llegar a infravalorarlos. Nada más alejado de la realidad, cuando descansamos estamos protegiendo a nuestro sistema nervioso del estrés y la presión excesiva del trabajo.

Lo ideal es que el descanso sea significativo, es decir, debemos procurar liberar nuestra mente de los pensamientos relacionados a nuestro empleo y aprovechar esos momentos libres para disfrutar de las cosas que nos generan paz.

3.- Cuida tu autoestima

Cuando somos personas seguras de nosotras mismas y confiamos en nuestras capacidades, es menos probable que nos invada la presión laboral. La autoestima es un factor de protección ante las circunstancias adversas de nuestro medio, y en caso de que no se encuentre bien establecida debemos fortalecerla. Existen algunas técnicas prácticas y muy efectivas para el fortalecimiento de nuestra autoestima. Entre ellas tenemos; realizar un listado con todas nuestras virtudes, de manera que podamos reconocerlas y enfocarnos mejor en ellas, etc.

4.- Mejora tu comunicación

En muchos casos la presión en el trabajo se produce por la falta de comunicación o porque ésta es deficiente. Por ejemplo, no atreverse a decir que se necesita a un auxiliar para llevar parte de la carga de trabajo que nos ha sido asignada. Debemos evitar a toda costa la comunicación hostil, en su lugar deberíamos procurar emplear recursos más adaptativos para llevar nuestro mensaje.

Para eso resulta muy útil realizar una comunicación asertiva, que se basa principalmente en llevar nuestro mensaje cuidando tanto el contenido como la forma del mismo, es decir, empleando un lenguaje adecuado y un tono de voz acorde a las normas sociales de respeto.

5.- Abre tu mente

Es necesario que empleemos más nuestra imaginación para evitar el estrés y la presión laboral. Debemos ser capaces de salir de los métodos convencionales para resolver las situaciones complicadas que pueden presentarse en nuestro ambiente de trabajo.

Las personas que se apoyan en su imaginación tienen la capacidad de evaluar distintos escenarios y es menos probable que se estanquen intentando resolver situaciones de una manera que no les ha dado resultados antes.


Fuente: Economistjurist

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