martes, 24 de mayo de 2022

Estas son las ciudades con más y menos parados de España.

Cuando se trata de desempleo, la brecha entre el norte y el sur es evidente. Tres de las cinco ciudades que encabezan la lista con menos tasa de paro están en la capital; las otras dos en Cataluña y el País Vasco. Por contra, Andalucía aglutina los cuatro territorios con más parados: Linares, Línea de la Concepción, Alcalá de Guadaíra y Jerez de la Frontera.


Pozuelo de Alarcón, en Madrid, es la ciudad con menor tasa de paro de toda España: 6,2%. También tiene la mayor renta media, según el informe publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El estudio recoge indicadores de 416 municipios mayores de 20.000 habitantes y forma parte del proyecto Urban Audit sobre condiciones de vida, de la Comisión Europea. Para medir la evolución del mercado de trabajo, el indicador construye tasas estimadas de paro y actividad para las 126 principales ciudades del país.

Según estas estimaciones, Sant Cugat del Vallès, en Barcelona, tiene la segunda tasa de desempleo más baja: del 6,4%. Al igual que en el primer caso, ostenta una de las rentas medias anuales más altas a nivel nacional, con 21.122 euros. Por encima solo está Boadilla del Monte y Pozuelo, ambas en la capital. 

Madrid, Barcelona y Vizcaya concentran los barrios más ricos y con menor desempleo, que no llega al 10%. Sus indicadores contrastan con el panorama de Jaén, Cádiz y Sevilla, donde la tasa de paro oscila entre el 25% y el 31%. De esta forma, de los 15 municipios con menores tasas medias de paro estimadas para 2021, seis se encuentran en la Comunidad de Madrid, cuatro en Cataluña, tres en País Vasco y dos en Galicia.

En el lado contrario, de entre los 15 municipios con más paro, once pertenecen a la comunidad de Andalucía y cuatro a Canarias: Santa Lucía de Tirajana, Arrecife, Telde y Santa Cruz de Tenerife. En el sur también se concentran los hogares más pobres. Las ciudades con menor renta por habitante en 2019 fueron Níjar, con 7.097 euros, y Vícar, con 7.634, ambas en Almería. Les siguió Palacios y Villafranca, ubicada en Sevilla y con una renta de poco más de 8.050 euros. 

De las 126 ciudades analizadas, 50 registran una tasa de paro por encima de la media nacional, que se sitúa en el 14,7%. Una vez más, la gran mayoría de esas localidades se concentran en el sur, salvo algunas excepciones como Ponferrada, que está en León, o Parla, en Madrid. En lo referente a la tasa de actividad, que mide el porcentaje de la población que está en la fuerza laboral, el INE señala que las ciudades con los porcentajes más elevados en 2021 son Rivas-Vaciamadrid (69,7%), Valdemoro (68,8%) y Parla (67,4%); las tres ubicadas en la capital. En el lado opuesto están Ferrol (49,9%), León (50,2%) y Salamanca (50,4%). La primera pertenece a Galicia y las otras dos a Castilla y León. 

Otros indicadores

El estudio recopila una serie de estadísticas socioeconómicas con el objetivo de medir la calidad de vida de un determinado número de áreas territoriales. Uno de esos indicadores es el de la esperanza de vida, donde se repite el patrón del empleo. El norte aglutina las 15 ciudades con la población más longeva, mientras que en el sur la que menos años vive. Tres municipios superaron en 2019 los 85 años, todos ellos en Madrid. Se trata de Pozuelo de Alarcón, Majadahonda y Las Rozas. 

En la lista también aparece la capital navarra y dos localidades castellanomanchegas: Guadalajara y Toledo. Por contra, entre las 15 ciudades con peores datos figura La Línea de la Concepción, Ceuta y Melilla. Ahí las personas viven en promedio 80 años. Son a la vez tres de los cinco territorios en los que más hijos tienen las mujeres. Mientras la cifra media de España es de 1,24 hijos, en Melilla, por ejemplo, repunta hasta el 1,97. Aquí la tendencia territorial se rompe un poco, pues Canarias es la comunidad en la que menos hijos tienen las mujeres. En San Cristóbal de la Laguna el promedio es del 0,83. 

Por otra parte, las áreas urbanas funcionales (AUF) -una ciudad junto a los municipios que forman su entorno funcional- más ricas son las de las tres capitales vascas: San Sebastián, Bilbao y Vitoria. Su renta neta media supera en más de 7.000 euros el de Torrevieja (Alicante), Lorca y Marbella (Málaga); las tres AUF más pobres. 


Fuente: Cinco días.

martes, 3 de mayo de 2022

Dopamina: el neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita.

La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una molécula que se encarga de llevar un mensaje desde las neuronas que lo producen hacia otras células. Por eso interviene en una gran cantidad de procesos como el control del movimiento, la memoria, la recompensa cerebral –ese mecanismo de nuestro cerebro que nos refuerza a repetir una conducta– o el aprendizaje.

También influye en numerosas funciones fuera del cerebro como la motilidad gastrointestinal, la liberación de hormonas, la presión arterial e incluso en la actividad de las células del sistema inmune.

“El que canta su mal espanta”, dice el refrán. Pero no es lo mismo que Rosalía le cante “Si me das a elegir”, a que su hijo de tres años vocifere al son de “Baby shark”. Tampoco es lo mismo cantar “Paquito el chocolatero” en las fiestas patronales del pueblo, que hacerlo en medio de un entierro, un examen o dentro de un avión. Esto precisamente explica la disparidad de funciones que tiene la dopamina. Y es que su acción depende de dónde, cuándo, cómo y en qué cantidad se produzca.

Almacenar recuerdos a través de las emociones

La dopamina es conocida mundialmente por ser una de las moléculas de la felicidad. No en vano, es una de las herramientas que Cupido usa para enamorar.

También proporciona placer y relajación. Interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos. Es decir, decide si una determinada información se puede almacenar durante un tiempo o se elimina inmediatamente.

Y esto lo consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones. En este proceso interviene la dopamina en el accumbens -una parte del cerebro muy implicada en el control de las emociones, que comunica con zonas encargadas de la memoria, como el hipocampo-.

Por eso, el aprendizaje que contiene una carga emocional dura más, porque aprender provoca placer y la información se retiene durante más tiempo. Así que de nada sirve aquello de “la letra, con sangre entra”.

La cantidad de dopamina en el cerebro da información sobre su personalidad

Nuestro horóscopo no influye ni determina para nada nuestra personalidad. La dopamina, sin embargo, sí. Y es que numerosos estudios científicos sostienen que la dopamina podría estar relacionada con rasgos de la personalidad como la inseguridad, la cobardía o incluso el grado de extroversión.

Tanto es así que la cantidad de dopamina en la amígdala cerebral -región del cerebro relacionada con emociones como la ira, el placer o el miedo- nos permitiría saber si una persona es tranquila o insegura o si se estresa con facilidad.


Es lo que ocurre con las personas con predilección por las “emociones fuertes”. Ciertas regiones de su cerebro tienen una mayor cantidad de dopamina, por lo que son más “inconscientes” en sus actos. Al contrario, bajos niveles de dopamina se han relacionado con fobia social.

Dopamina, adicciones y motivación

La dopamina es la culpable de nuestras adicciones, de las malas y de las menos malas. Entre las malas, las drogas aumentan la cantidad de dopamina en el sistema de recompensa del cerebro, lo que produce un estado de placer que refuerza que sigamos consumiéndolas. Algo parecido pasa con las menos malas, como el dulce o la comida basura.

Además, cada persona no responde de la misma manera ante estas adicciones. La razón es que no todos sentimos el mismo placer al comer una tarta, por ejemplo. Un estudio científico asegura que es debido al número de receptores a los cuales se une la dopamina.

De esta manera las personas con tendencia a la obesidad tendrían menos de estos receptores y por tanto necesitarían comer más para notar la misma satisfacción que produce el acto de comer. Son, por tanto, “más adictos” a la comida. Y esta es otra característica de la dopamina: su liberación nos puede convertir en adictos ya que nos impulsa a una búsqueda continua del placer.

La dopamina también tiene función motivacional. No solo nos recompensa cuando realizamos una actividad placentera, sino que también se libera mucho antes de realizar una acción. De esta manera, consigue motivarnos a buscar situaciones o actividades agradables, evitando las negativas.

Prueba de esto es que la baja producción de dopamina ocasiona anhedonia, uno de los síntomas más característicos de la depresión. Al contrario, altos niveles de dopamina en la corteza prefrontal hacen que las personas estén más motivadas a cumplir con objetivos más exigentes.

La cara oculta de la dopamina

Pero no todo son alegrías. La dopamina también está relacionada con muchas enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

Cuando tenemos un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

En caso de que la cantidad de dopamina disminuya, aparecen el trastorno depresivo mayor, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la enfermedad de Huntington y la neurodegeneración asociada al VIH-1.

Aunque si hay una enfermedad que irremediablemente nos viene a la cabeza cuando hablamos de un déficit en dopamina es la enfermedad de Parkinson, cuyo Día Mundial se celebra el 11 de abril. En este caso, la causa de este trastorno es la muerte de las neuronas que producen dopamina en una región del cerebro que se llama sustancia negra. Esta dopamina está implicada en el control de la actividad motora, de ahí los síntomas que presentan los pacientes que la sufren.

A pesar de que en la actualidad no hay una cura contra el párkinson, algunos tratamientos permiten mejorar los síntomas y, por tanto, la calidad de vida de los pacientes.

En este sentido, el fármaco estrella desde hace décadas es la levodopa, precursor metabólico de la dopamina. Es decir, cuando se consume por vía oral, se absorbe rápidamente en el intestino y rápidamente llega al cerebro, donde se transforma en dopamina, mejorando el control del movimiento.

En resumen, la dopamina es la Mary Poppins de nuestro organismo, “prácticamente perfecta en todos los sentidos”. En cuanto a sus acciones, al igual que la niñera inglesa, puede ser severa pero también amable y educada.

Fuente: The Conversation.

Entradas populares

Quizás también te interese:

Lo que piensas de otra persona, es lo que se expande

Si tus pensamientos sobre la persona a la que quieres tiene que ver con lo que no funciona, con lo que no te gusta, con lo que deberían se...