Parque García Sanabria, Santa Cruz de Tenerife |
Cuando Gandhi estudiaba Derecho en Londres, un profesor de apellido Peters le tenía mala voluntad; pero, el alumno Gandhi nunca le bajó la cabeza y eran muy comunes sus encuentros:
Un día Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad y el alumno viene con su bandeja y se sienta a su lado; el profesor, altanero, le dice: "Joven Gandhi, ¡usted,.. no entiende! Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos; a lo que Gandhi le contesta: Esté usted tranquilo profesor, que yo me voy volando" y se cambió de mesa...
El Señor Peters verde de rabia, decide vengarse en el próximo examen; pero, el alumno responde con brillantez a todas las preguntas... Entonces, le hace la siguiente interpelación: "Gandhi, Ud. va caminando por la calle y se encuentra con dos bolsas, dentro de una de ellas está la sabiduría y dentro de la otra, mucho dinero, ¿cuál de los dos se lleva? "... Gandhi responde sin titubear: "¡Claro que el dinero profesor!"
El profesor sonriendo sarcastico le dice " Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?"... Gandhi responde: " Cada uno toma lo que no tiene profesor"...
El profesor Peters, histérico ya, escribe en la hoja del examen: "IDIOTA" y se la devuelve al joven Gandhi... Gandhi toma la hoja y se sienta... Al cabo de unos minutos se dirge al profesor y le dice: "Profesor Peters, Ud. me ha firmado el examen, pero no me puso la calificacion..."
A veces la gente intenta dañarnos con ofensas que ni siquiera nos hemos ganado. Pero sólo nos daña el que puede, y no el que quiere. Si permites que una ofensa te dañe, te dañará. Pero si no lo permites, la ofensa volverá al lugar de donde salió.
Todo lo que le hacemos a los demás, también, nos lo hacemos a nosotros mismos.
Todo lo que le hacemos a los demás, también, nos lo hacemos a nosotros mismos.
Evita actuar igual que esas personas. Estas personas están heridas y, si actúas como ellas, favorecerás que sigan comportándose de esa manera. Así que ignora la critica destructiva y a manipuladores con sus comparaciones inútiles.
Cuando aprendes a ignorar todas esas actitudes tóxicas, logras conectar con tu “yo” más íntimo, con tu "yo" de paz y amor. Amemos el aprendizaje recibido y perdonemos al que nos dejó la cicatriz porque mientras nos hería también se hacía daño a si mismo.
Queremos la paz en el mundo y no tenemos la paz con nosotros mismos.
Acuérdate de estar en PAZ contigo mismo sin reaccionar como en ocasiones anteriores y evitando que las cosas nos afecten tanto. No te olvides que nuestras reacciones externas son un reflejo de nuestro estado interno.
Castillo de San Gabriel, Arrecife, Lanzarote |
Queremos la paz en el mundo y no tenemos la paz con nosotros mismos.