En el caso de quien busca trabajo y
espera que el empleo venga al ponerse delante de los portales de empleo... Esperando que alguien te descubra. Esperando que alguien te dé una oportunidad, esperando
a que la suerte se apiade de ti. ¿Es tu caso?
Dicho esto, también entiendo que la idea de salirse
del camino trazado no es para todo el mundo, porque mucha gente se siente
tremendamente incómoda fuera de la cola, fuera del camino trazado, fuera de lo
que hace todo el mundo.
Si es tu caso, déjame que te hable
con tremenda sinceridad (y cariño): tampoco
pretendas entonces lograr los resultados que logra la gente que se está
buscando la vida por fuera, la gente que está llegando hasta el mercado oculto,
que está logrando los puestos más golosos y las carreras más interesantes.
Porque si vas a esperar a que las
cosas lleguen hasta ti cómodamente, tendrás que conformarte con lo que
dejen los que están luchando por fuera del sistema por los trabajos que
realmente valen la pena.
Si pasas del “rollo de la marca personal”, de
salir ahí fuera a contar lo bueno que eres haciendo lo que haces, si no te
interesa contactar con gente que no conoces y tratar de iniciar una relación
con ellos - no pedirles cosas, ojo, que eso es diferente y ahí somos todos muy
rápidos (está claro que el famoso “Quien
no llora no mama” lo tenemos muy interiorizado, pero no va de eso
la cosa. Para nada)-, entonces te estás condenando a seguir en la cola
con el otro 89,99% que está buscando lo mismo que tú.
Y no sólo esto: los profesionales
que se posicionan como marcas
blancas están por desgracia sujetos a la variable del precio más
bajo… ¿es eso lo que quieres?
Otra cosa es que me digas que no quieres un trabajo
interesante. Que no quieres mejorar como profesional y desarrollar tu talento
hasta BRILLAR. Que no tienes ningún plan para tu carrera profesional y te da
igual dónde termines, lo que ganes, o lo que puedas aportar al mundo.
Entonces disculpa por molestar: la
cola delante de la puerta de los portales de empleo, es tu sitio. No significa que
vayas a conseguirlo, pero desde luego es el camino del mínimo esfuerzo.
Pero la mayoría soñamos con tener un trabajo por el
que levantarse por la mañana con ganas de ir a la oficina, ¿no? Un trabajo que
no haga que los lunes sean un infierno, un trabajo en el que estar a gusto y en
el que aportar algo al mundo.
Y no es que yo te pueda asegurar
que haciendo o dejando de hacer determinadas cosas vayas a llegar SEGURO donde
te dé la gana (ya me habría hecho de oro de ser así - y de hecho desconfía
quien te asegure que tiene una poción mágica para lograr resultados). Yo
te hablo por experiencia propia -como seleccionadora y como candidata- y por la
de mis clientes durante cinco años; te hablo porque escucho lo que ocurre en el
mercado, porque veo cómo reacciona la gente que toma las decisiones y así voy
siguiendo qué les interesa, te hablo porque estoy muy pendiente de lo que
funciona y lo que no.
Y la realidad es, como todo en la
vida, un tema de probabilidades.
Hay ciertas cosas que puedes
hacer, ciertas maneras de actuar y de pensar que te dan una mayor -o incluso
mucho mayor- probabilidad de lograr lo que quieres.
Y desde
esa posición te digo que salirte de la cola donde está el 90% y moverte por el
camino no trazado hasta la puerta trasera del trabajo que quieres, es como más
probabilidades tienes de tener éxito.
Y no te estoy hablando de abrirte un perfil en Linkedin y acumular contactos, ni de abrir una cuenta en Twitter y pasar horas sin fin leyendo lo que otros comparten.
Es un proceso más estratégico y
basado en lo más importante: tú.
¿Te interesa dejar de ser de ese 90%? pues manténte en
línea porque la próxima semana te cuento las claves a seguir.
Fuente (artículo completo):
María Luisa Moreno