Hoy
en día parece que llevamos muy mal la relación con las adversidades, con los
problemas.
Hace
100 o 200 años la gente estaba más indefensa y la relación con el dolor y la
muerte era más clara, puede que por eso había una mejor disposición a aceptar
lo que la vida nos trae.
No
es resignación. Es reconocer que hay fuerzas por encima de nuestros deseos.
Contrariamente a lo que se dice, aceptar incluye una tarea muy activa porque te enfrentas a la realidad para lograr integrarla. Y a veces no es inmediata.
Las
actitudes se pueden aprender y entrenar para construir bienestar y mejorar
nuestra convivencia. Veamos 8 ayudas para entrenar una actitud optimista ante las
adversidades.
1.
Reflexión
Pregúntate:
¿Cómo puedo resolver esta situación? ¿Es realmente importante lo que me
preocupa? Reflexiona sobre tu problema y busca la mejor salida para encontrar
soluciones. Con una actitud positiva, los problemas se vuelven retos, los
obstáculos enseñanzas y las penas, parte de la vida.
2.
Concéntrate en pensamientos que suman.
Práctica una actitud integradora que facilite la convivencia y asume
un enfoque más favorable sobre el comportamiento de las personas que te rodean. Tenemos
el hábito de suponer como los demás piensan, sienten y actúan. Y lo peor es que
reaccionamos emocionalmente a esta idea porque pensamos que es cierta.
Está en ti, cambiar lo que quieres cambiar. Los momentos difíciles siempre pasan.
+info: 9 ideas para mejorar tu actitud en la vida.
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3.
Acepta, asume y aprende de la situación.
A veces, la vida nos golpea y caemos al suelo. Hay que aprender a
levantarse y enfrentarse a la adversidad para superarla. Esta situación adversa
te desafía para sacar lo mejor de ti. Puede resultar difícil convivir con
personas tóxicas. Respétate y no lo permitas. Hay personas a las que es mejor abrir tu puerta para que salga de tu
vida. No
dejes que nadie camine por tu mente con sus pies sucios. Si no te gusta algo,
cámbialo; si no lo puedes cambiar, cambia la forma en que piensas sobre
ello.
+info: Transforma las limitaciones en reto.
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4.
Céntrate en lo que te hace sentir bien.
Cuando
pensamos en positivo nos sentimos más capaces de resolver problemas. Hay que
sortear los obstáculos en el camino, aceptando la realidad y centrándonos en lo
que te permitirá cambiar tu situación. Intenta hacer algo que te motive y con lo que
disfrutes. Entrena tu autoconfianza para sentirte protagonista de tu vida.
+info: Lo que piensas de otra persona es lo que se expande.
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5.
Enfócate en
una cosa cada vez y no trates de hacer miles de cosas al mismo tiempo.
Concéntrate en lo que te impulsa porque donde pones la
atención, la vida te sigue.
+info: 13 consejos para lograr nuestros objetivos personales.
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6.
Rodéate de buenos recuerdos
Coloca
frases motivacionales y fotos de tus seres queridos por todas partes, en las
paredes, en tu escritorio. Rodéate de cosas que te traigan a la mente momentos
agradables. Así, activas la dopamina, nuestra hormona del placer y la
motivación. Mímate, hoy permitiéndome una licencia y disfrutando de un helado
de turrón. ¡Que rico!
7. Perdona tus fracasos. O mejor: ¡celébrelos! por el aprendizaje recibido.
7. Perdona tus fracasos. O mejor: ¡celébrelos! por el aprendizaje recibido.
No
te califiques por los resultados, sino por el esfuerzo y por saber que lo has
dado todo.
+info: Celebra tus fracasos por el aprendizaje recibido.
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8.
Alimenta tu sistema inmunológico. No te olvides del deporte, de una
alimentación saludable y de dormir las horas necesarias para reparar tu
organismo. Practica la relajación centrando la mente en tu respiración y repite
las palabras mágicas de Lo siento. Perdón. Gracias. Te amo.
+info: Vive el presente.
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Ahora toma
las riendas de tu vida y ¡a por ello!